Aunque el entrevistador no recoge muy fielmente algunos extremos que se dijeron en la entrevista, y considerando tiempo escaso del formato de la misma, el total deconocimiento de las hipótesis disidentes del SIDA, la absoluta contaminación de la terminología de la hipótesis oficial en el lenguaje usado por el entrevistador, y lo contradictorio y chocante del propio asunto del SIDA, no obstante, saludamos, reconocemos, valoramos y felicitamos la valentía y coraje del entrevistador -Luis Núñez, del blog La Trinchera, en elmundo.es- al romper con firmeza la censura que este tema sufre en los grandes medios de información de masas, de quien espero sepa aceptar esta breve crítica constructiva, y a quien espero no incomodar ni ofender. ¡Necesitamos más periodistas como tú!
Raúl Palma fue toxicómano durante casi una década. Dos años después de abandonar la droga, le diagnosticaron seropositivo en el test del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Él no se asustó , lo que enfadó a su médico, pues no entendía cómo daba positivo a un test que le habían hecho cuando dejó la heroína y cuyo resultado fue negativo. Lo que hizo fue buscar información sobre el síndrome que le acabó llevando a un convencimiento: el SIDA no es una enfermedad.
Raúl insiste en que el SIDA como tal no existe, sino que es una consecución de factores tóxicos y/o mentales fuertes a los que estamos expuestos. Incluso afirma que el SIDA no es contagioso, y que las maneras de contagio que actualmente se reconocen 'no están empíricamente probadas'. Para él, 'la ciencia hoy en día es tan dogmática como la religión, puesto que quien no comulgue con su verdad acaba apartado como un hereje', condena.
Son varios los amigos y amigas de Raúl que constituyeron en su día ARIS (Asociación por un Replanteamiento Integral de la Salud), una de ellas, diagnosticada de SIDA, murió, aunque, según revela el propio Raúl, 'ocurrió por haber estado expuesta a muchos factores tóxicos, sobretodo a los antivirales'. Él no se considera seropositivo, ni cree que vaya a desarrollar la enfermedad a pesar de que no se medica. No le gusta ser etiquetado por una ciencia que, a través de sus medicamentos, 'es responsable de un genocidio iatrogénico o terrorismo institucional'.
No obstante, más de dos millones de personas han muerto en 2009 a causa del SIDA, según ONUSIDA. Raúl no teme a la muerte, al menos no la que viene determinada por un virus en el que él no cree. Mantiene una vida equilibrada, no bebe, ni fuma y cree que ese es el método a seguir. Lleva muchos años diagnosticado VIH positivo y su salud, según asegura, 'no deja de mejorar'. El líder de ARIS no podría asegurar que la medicina miente interesadamente sobre esta enfermedad, que califica como una de las peores inmunodeficiencias de nuestro tiempo, pero sí que piensa que está equivocada.
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