domingo, 15 de febrero de 2009

Cuando Al Gore ejercía su papel de vendedor de drogas al servicio de las multinacionales


Alfredo Embid

Hay un episodio importante en la biografía de Al Gore que se ha "olvidado" incluir en su propagandística película.

En verano de 1999 cuando era vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore se reunió en privado con Thabo Mbeki, Presidente de Sudáfrica, para discutir como abaratar el medicamento AZT para tratar el SIDA y que Sudáfrica lo importase masivamente.

El interés de Al Gore por ayudar a África no era nuevo. Un año antes, en 1998, la parejita Clinton - Gore bombardeaban con mas de 12 misiles de crucero la fábrica de medicamentos El Shifa en Sudán, con la excusa fraudulenta de que producía armas químicas (lo que se comprobó ser absolutamente falso). La "ayuda" tuvo como resultado destruir la producción del 90 % de los medicamentos esenciales que se utilizaban en el país y su independencia con respecto a las multinacionales médicas. Es incalculable el número de sudaneses que murieron por no disponer de los medios para tratar las enfermedades mortales. La parejita Clinton Gore también llevaba años contribuyendo a ayudar a África en el tema del SIDA promocionando cientos de ONG para hacer campañas de terrorismo sexual y dar condones. Al mismo tiempo se suprimían las donaciones de medicamentos esenciales para tratar las enfermedades endémicas que habían sido renombradas como SIDA con la colaboración de los CDC norteamericanos y de su división secreta el EIS (la CIA médica para los amigos). La consecuencia de ambas estrategias combinadas era evidentemente reducir la natalidad y aumentar las muertes, es decir despoblar.

Pero los africanos seguían follando, no usaban los condones así que había que pensar en otra cosa.

Al Gore pretendía vender a los negros un medicamento demostradamente tóxico que fue rechazado hacía décadas por el organismo oficial de control de drogas y alimentos (la FDA) como quimioterapia para tratar el cáncer por sus graves efectos secundarios. Todo el mundo sabe que la quimioterapia contra el cáncer, incluso a dosis pequeñas y espaciadas, tiene efectos de producir anemia e inmunodeficiencia entre otros y el AZT no era una excepción, era incluso más tóxico y por eso no se aceptó.

Decenas de años después el AZT resurgía de las cenizas de sus estudios toxicológicos como un ave fénix que iba a salvar a la humanidad de la peor epidemia de todos los tiempos. Fue el primer medicamento autorizado por la FDA para administrárselo a dosis altas y en continuo a enfermos diagnosticados de sida.

Hemos publicado la historia, muy bien hecha por nuestros amigos los periodistas de investigación norteamericanos Celia Farber y John Lauritsen, de cómo se falsearon los estudios para hacerlo aceptable.

Además el AZT se administró también a personas que simplemente eran seropositivas y que no tenían SIDA. Y hay que recordar que los tests de seroposividad son un fraude científicamente demostrado, dan falsos positivos, reacciones cruzadas con más de 70 enfermedades y que según nuestro amigo, el catedrático de inmunología Dr. Roberto Giraldo, la seropositividad solo indica un mayor grado de estrés oxidativo.

Es oportuno también recordar que el importante estudio Concorde, financiado en parte por los laboratorios B. Wellcome que producían el AZT y que tenía como objetivo extender el mercado a los seropositivos fue un fracaso. Bueno un fracaso para los industriales aunque un triunfo para los seropositivos, pues concluyó no teniendo más remedio que admitir una mayor mortalidad en el grupo de pacientes de los países en que se tomaba.

El AZT, según numerosos estudios independientes publicados en la literatura científica produce entre otras cosas: cáncer (linfomas), hepatitis tóxica, demencia, anemia e inmunodeficiencia, es decir Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida por AZT. Además es genotóxico y teratógeno; a pesar de ello se está administrando a mujeres embarazadas. Numerosos científicos oficiales incluyendo miembros de la Academia de Ciencias Norteamericana y profesores eméritos de biología molecular, salud pública, epidemiología, inmunología, anatomía patológica, microscopía electrónica y a varios Premios Nobel intentaron hacer oir sus voces contra la difusión de este veneno desde el comienzo. ¿Habéis oído hablar de ellos? Probablemente no. Sus opiniones fueron eficazmente silenciadas por la censura científica.

Dar un medicamento que produce SIDA a enfermos diagnosticados de SIDA, o que supuestamente pueden tenerlo, riza el rizo del absurdo. ¿Cómo es posible que un medicamento que se consideró demasiado tóxico para dárselo con cuentagotas, en discontinuo a enfermos de cáncer luego se aceptase para dárselo a enfermos ya inmunodeprimidos a dosis altas y en continuo?

No hay ninguna justificación científica, para ello.

La única posible explicación es que las personas afectadas de cáncer, para las que originalmente se propuso, son toda la población en general, mientras que las personas con SIDA no. Especialmente al principio las personas etiquetadas de SIDA eran drogadictos, homosexuales, haitianos, negros, o varias cosas a la vez, es decir excedentes de la población.

De hecho nadie de los que tomaron AZT en los primeros años sobrevivió. Fueron exterminados por el "medicamento" que se llamó acertadamente "el SIDA por receta".

Esta información se hizo cada vez más evidente. Se crearon asociaciones de afectados que se apoyaban en los científicos que lo denunciaron desde el principio y que pagaron un alto precio por hacerlo.

El laboratorio que lo fabricó se vio acusado de asesinato por las familias de las víctimas, pero oportunamente B. Wellcome desapareció en el espacio de las crecientes fusiones transnacionales y ahora ya no existe aunque, por supuesto, sigue vivo incluido en Glaxo Smith Kline, que actualmente es 2ª multinacional farmacéutica planetaria con unas ventas de unos 33.000 millones de $ en el 2004.

Cuando el mercachifle Al Gore fue a vender a los negros el veneno que ya no querían tomar los blancos, las ventas de AZT habían declinado en los países desarrollados (aunque aun se sigue usando a pequeñas dosis en los actuales cócteles). Al Gore pretendía remediar esta catástrofe industrial vendiéndoselo de saldo a los africanos con la excusa de la ayudarles en una epidemia racista y ficticia orquestada desde EEUU. Una jugada magistral:

- Como ya no es posible vendérselo a los blancos y menos aún a los seropositivos que no tienen ningún síntoma, como la disidencia es creciente en occidente, con lo que los clientes potenciales disminuyen, hay que crear nuevos mercados y el tercer mundo es perfecto para compensar la disminución de ventas.

Pero en este caso Al Gore no pretendía solo vender a los negros algo para aumentar los beneficios de la multinacional Bourroughs Wellcome, estrechamente ligada a Rockefeller y posteriormente absorbida por Glaxo. Pretendía algo más.

- Se pretende vender un medicamento prohibido que produce inmunodeficiencia a los negros que ya tienen inmunodeficiencia a causa de su creciente empobrecimiento. Es decir por la falta de proteínas, de agua limpia y del SINA Síndrome de Inmundeficienca Nutricional Adquirido.

- Se pretende vender no solo para enfermos inmunodeficientes ya condenados, sino también para los seropositivos, especialmente niños que no tienen nada, a pesar de que el estudio Concorde demostró que se mueren más los que lo toman. Pero tal vez se trata de eso, de matarlos antes y más eficazmente.

- Se pretende confirmar la hipótesis de la transmisión sexual que estaba cada vez más en contradicción con los hechos. Pocos años antes de la época en que Al Gore emprendiese su campaña africana, el sida en Estados Unidos afectaba a un 90 % de hombres y solo un 10 % de mujeres. Algo impresentable. Desde 1984 los CDC se habían frotado las manos cuando encontraron que en África afectaba por igual a ambos sexos. Esta era pues una ocasión de volver sobre el cuento del sida heterosexual.

- Se reforzaba la impresentable definición del SIDA que ha cambiado ya 5 veces. Como el medicamento provoca los síntomas y enfermedades de la enfermedad que pretende tratar (básicamente la inmunodeficiencia) y las enfermedades que forman parte de los criterios que definen el SIDA en Occidente (tener un tests positivo + alguna de las 32 enfermedades definitorias) la aparición de estas enfermedades confirma la fraudulenta hipótesis oficial.

- Se oculta que los diagnósticos del SIDA en África encubren y ocultan los de las enfermedades endémicas por el aumento de la pobreza, con la colaboración de la OMS al servicio de los CDC.

Al Gore se convierte en un continuador de la política de tapadera que tiene una larga historia. Está demostrado que su origen se remonta al programa para vencer al cáncer de Nixon, cuando todo el dinero se dedicó a la investigación de que el cáncer era causado por retrovirus (porque no matan las células que infectan), desviándolo de la investigación de las autenticas causas del cáncer: la contaminación industrial química y sobre todo radiactiva. El origen medioambiental del cáncer fue eficazmente ocultado con este programa orientado exclusivamente a los retrovirus.

Pero a Al Gore le salió el tiro por la culata...

En octubre de 1999 el presidente Mbeki cuestionó la seguridad del AZT en una conferencia a los líderes provinciales y concluye que "un gran volumen de literatura científica afirma que su toxicidad lo convierte en un peligro para la salud." Y lo que es peor junto con su ministra de sanidad empezó a cuestionar toda la hipótesis oficial del SIDA.

A partir de aquí se produjeron una cascada de reacciones muy significativas que demuestran que el SIDA no era un problema médico. En sólo unos meses se movilizan todos los "expertos" de organizaciones como la OMS, UNICEF, hasta llegar a una insólita reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, para culminar en las declaraciones de Clinton "el SIDA es una amenaza para la seguridad nacional de los EEUU", recogidas unánimemente en todos los medios de desinformación.

En nNoviembre Al Gore contrataca "humanitariamente" pide al Congreso más dinero: 350 millones de $ para "ayudar" a África.

Unas semanas después, en Seattle, Clinton promete que USA "ayudará" a los países como Sudáfrica a "obtener" drogas anti-VIH.

En el mismo mes la ONU comenzó un programa para "evitar la transmisión del VIH de las embarazadas a sus hijos". El programa consistía en dar a las seropositivas el AZT a pesar de las evidencias de que es teratógeno, que produce malformaciones en los fetos demostradamente y SIDA a quien no lo tiene.

En diciembre de 1999, Naciones Unidas advirtieron que "África corre el riesgo de convertirse en un continente de huérfanos a consecuencia del síndrome". Un documento confidencial de la OMS demuestra el fraude en la base de esta declaración, en el concepto mismo de huérfano que simplemente significaba que uno de sus padres estaba ausente o había muerto en las guerras que asolaban el continente. . La agencia UNICEF se alineó en el mismo sentido. Y llegamos al paroxismo de la histeria contra la disidencia del SIDA en el año siguiente. El 9 de enero de 2000, el Consejo de Seguridad de la ONU con sus 15 miembros se reunió por primera vez en una sesión extraordinaria para debatir un problema de tipo sanitario: el SIDA y sus consecuencias en África. La reunión fue convocada por la Casa Blanca, que este mes ocupaba la presidencia del Consejo, para dar publicidad de su política hacia África. Al Gore, presidió la reunión: "Hay una epidemia que nos amenaza. La Administración solicitará al Congreso más dinero para el SIDA en África". Curiosamente en el mismo mes en que se producía esta insólita reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente Mbeki había tomado contacto con el grupo de científicos disidentes "Reappraising AIDS" invitándolos a un debate en su país (que se realizó en el verano a pesar de la creciente oposición). En abril, el documental "Search for solutions" (En busca de soluciones) es emitido a toda África en el programa "Carte Blanche de M Net". Incluye una entrevista a Thabo Mbeki y fragmentos de otros programas realizados por nuestra amiga Joan Sentón y su equipo de Meditel sobre el SIDA en África, y sobre la experimentación en Inglaterra de fármacos tóxicos como el AZT en niños africanos y del tercer mundo. El programa es censurado en occidente y no se emitirá en ninguna cadena de TV occidental. Nosotros lo tradujimos al español y lo editamos en video. Por primera vez se vió públicamente en nuestra contraconferencia a la conferencia oficial del SIDA de Barcelona, en el 2002.

El 3 de abril por si fuera poco Mbeki, escribió a Clinton y a otros presidentes del mundo una carta donde muy diplomáticamente denunciaba a la ortodoxia del SIDA y criticaba la censura en la ciencia. Como era de esperar los medios de desinformación no la publicaron.

La respuesta de la Casa Blanca no tardó en llegar. El 30 de abril de 2000 Clinton dedo índice en alto, declaró: "el SIDA es una amenaza para la seguridad nacional de los EEUU", basándose en el informe del Consejo de Seguridad Nacional y en un informe de los servicios de inteligencia norteamericanos. Una estrategia en la línea despobladora del Memorando secreto 200 de H. Kissinguer, que reconocía "que el crecimento de la población era una amenaza para la seguridad nacional de los EEUU".

Es decir una amenaza a África y a todo el tercer mundo con que si no se someten a la hipótesis ortodoxa del SIDA diseñada en USA, serán considerados como un peligro, como agresores de la seguridad nacional de los Estados Unidos y colocados al mismo nivel que los terroristas. Clinton anuncia un aumento de la ayuda "humanitaria" por parte de EEUU a 47.000 millones de pesetas. El dinero extra que se va dedicar al SIDA servirá de chantaje para imponer la hipótesis oficial a los gobiernos del tercer mundo.

La "ayuda" se les impondrá, al igual que se les ha impuesto, desde hace décadas, cumplir cuotas de esterilización y programas de control de la población, incluyendo los anticonceptivos implantables y las vacunas con esterilizantes para recibir ayuda, para negociar su deuda con el FMI o para no disfrutar de la visita de los misiles USA.

Clinton después de abandonar su cargo se ha convertido en un paladin de la hipótesis oficial del Sida. Al igual que Al Gore lo es del cambio climático. Ambos viajan por todo el mundo dando conferencias humanitarias a diestro y siniestro (y forrándose). En 2002 Clinton participó en el circo de la conferencia oficial del sida en España) junto con otros payasos (ver foto).

Fotos de la conferencia oficial del SIDA Barcelona 2002. Mientras, nosotros nos manifestábamos fuera y organizábamos una conferencia de trabajo que titulamos "contra la censura en la ciencia". Este dúo dinámico pretende vendernos algo muy distinto de lo que están diciendo con la complicidad de los medios de desinformación.

Al Gore y Clinton el vicepresidente y presidente del país más poderoso del mundo confirman su papel de vendedores al servicio de las multinacionales, que los siguen contratando por sus buenos servicios prestados. Una prueba magnífica de que los políticos no gobiernan.

Confirman también la función de su país: ser el perro guardián del orden, de los intereses de las multinacionales, de los banqueros y del poder financiero.

La parejita Al Gore - Clinton, mienten porque no hay ninguna epidemia en África de una enfermedad infecciosa llamada SIDA. Ocultan que lo que está aumentando es el hambre y las enfermedades ligadas a la pobreza creciente. Mienten porque ni el SIDA ni el cambio climático son los problemas más graves que tiene la humanidad como ambos plantean en sus respectivas cruzadas de pacotilla. Si bien es cierto que los efectos del cambio climático supondrán un problema en un futuro (sobre cuyas fechas los expertos no se ponen de acuerdo), los efectos de la contaminación radiactiva, de la que no hablan, sobre la salud para la humanidad los estamos padeciendo ya desde hace décadas. Con la utilización de las nuevas armas radiactivas de las que hizo amplio uso nuestra parejita, la situación no ha hecho más que agravarse y no sólo en los países bombardeados. Ocultan que la ciencia fraudulenta, a la que constantemente se remiten, sirve de coartada para que sigamos ignorando que la creciente contaminación radiactiva es la causa del aumento de las enfermedades de civilización, las alteraciones de la inmunidad, del cáncer y lo que es peor: del aumento del deterioro del patrimonio genético de la humanidad de forma irreversible