domingo, 21 de septiembre de 2008

ALIMENTACIÓN ANTIOXIDANTE Y REGENADORA

Alimentación antioxidante, estimulante y regeneradora: se sugiere una dieta vegetariana o semivegetariana con abundantes frutas de temporada principalmente naranjas, manzanas, uva negra; grosella; plátanos de Canarias, kiwis; frutos secos de orígen europeo: nuez, avellana, higos, pasas, etc; verduras, cereales, legumbres y algas. Pocos productos animales. Preferir el pescado blanco que no sea de piscifactoría y la carne de cordero y cabra. Preferible usar sal marina. Usar 60 a 80% de alimentos crudos con productos biológicos u orgánicos, frescos e integrales. Siempre que sea posible usar abundante ajo, cebolla, espárragos, cítricos, remolacha roja, col, repollo, brócoli, coliflor, repollitas de Bruselas, zanahoria, levadura de cerveza, germen de trigo, polen, leguminosas y cereales germinados. Usar aceites prensados al frío (por debajo de los 40 grados C), pues así conservan ácidos grasos poliinsaturados y escenciales, necesarios en la regeneración de tejidos y en procesos antiinflamatorios, de antioxidación e inmunoestimulantes. Los aceites de cárcamo, girasol y oliva, en su orden, son buena fuente de vitamina F o ácido linoleico. El aceite de lino es fuente de ácido alfa linoleico. La Crema Budwig está dando buenos resultados con personas que dejan de tomar antirretrovirales y quieren regenar el organismo


NIÑOS HUERFANOS COBAYAS HUMANOS EN ENSAYOS NY

En julio de 2004, traducido de orphans on trials http://www.communicationagents.com/sepp/2004/07/15/aids_experiments_on_children_in_new_yorks_incarnation_center_a_human_tragedy.htm
EXPERIMENTOS EN NIÑOS EN EL CENTRO PARA MENORES INCARNATION DE NY. UNA TRAGEDIA HUMANA.

Liam Scheff es el autor de una serie de artículos donde expone la cruel experimentación en niños -huérfanos a menudo- que están sujetos a multiples "tratamientos farmacológicos" una vez que han resultado positivos en los tests de VIH/SIDA.

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La conexión entre fármacos experimentales contra el SIDA y niños huérfanos y cómo la ciudad lo permite- Niños ratas de laboratorio por Liam Scheff.

Niños abandonados son forzados a tomar fármacos experimentales contra el SIDA en Hogar Católico en Washington Heights. Y la ciudad lo quiere así

por Liam Scheff.


Cuando Christine Maggiore dió positivo en los tests de VIH en 1992, su doctor le dijo que se prepara para morir. Pero ella no tenía ningun interés en morirse. A Maggiore le dijeron que los antiretrovirales la enfermarían, así que ella no los tomó y, en cambio, utilizó métodos naturales para mantenerse sana. Un año y medio más tarde, estaba tan sana que su médico le dijo que podía haber un error en los resultados de los tests y que debería repetirlos. Así lo hizo ella, varias veces. Los tests fueron negativo, indeterminado y positivo. Maggiore investigó en la literatura médica y descubrió que: los test de VIH son altamente inexactos. También descubrió profundos fallos en la teoría misma del VIH.

En la creencia de que esta clase de cosas deberían ser conocidas por la gente, fundó http://www.aliveandwell.org/ un recurso para la gente que, como ella misma, requieren información completa para tomar sus decisiones sobre salud.

Desde que resultó positiva en los tests de VIH, Maggiore tuvo dos niños, ahora de dos y cuatro años. Sus hijos nunca se hicieron el test VIH. Han crecido con alimentación orgánica y en un entorno donde se entiende la salud dentro de la naturopatía. Ambos niños son inteligentes y activos. No toman antiretrovirales. Nunca han estado enfermos. Acuden regularmente al pediatra quién no tiene ninguna queja sobre su salud.

(La hija de Maggiore, Elisabeth Jane, murió 2 años despues de la redacción de este artículo a la edad de 4 años debido a una mala reacción de un antibiótico: amoxicilina. La madre, a pesar de su desconfianza de los antibióticos, creyó mejor dárselos ante el empeoramiento de su hija que padecía una fuerte infección de oído. Las autoridades médicas alegaron que la causa de la muerte de la niña fue neumonía por infección de VIH. La segunda autopsia demostró que la causa de la muerte fue por intoxicación, una mala reacción a los antibióticos.)

Y no están solos. Hay miles de seropositivos sanos que no toman los antiretrovirales y que se sirven de la medicina natural para mantener su función inmune.

Fué a través de Maggiore que conocí a Mona, cuyos hijos, Sean y Dana son seropositivos. Según la definición oficial, no son realmente sus hijos; Mona es su tía abuela y tiene la custodia legal. Su sobrina, drogadicta de larga duración, no fue capáz de actuar como madre responsable, así que Sean y Dana acabaron en un hospicio estatal. Mona los sacó para cuidarlos por sí misma.

La primera vez que hablé con Mona ella estaba estresada y nerviosa. Sean había sido ingresado, por segunda vez, en el Centro de Niños Incarnation, Incarnation Children's Center (ICC), un "hogar para niños seropositivos" localizado en Washington Heights (NY). Primero, lo ingresaron siendo un bebé y, de nuevo, hace cuatro años. Y Dana estuvo alli hasta Junio (2003)

¿Por qué se la llevaron?" pregunté.

"Dijeron que yo era una tutor negligente porque no quería darles los antiretrovirales."

Mona llevaba a Sean y Dana a un naturópata. No importaba que los niños tuvieran buena salud. Cuando las agencias municipales descubrieron que los niños no tomaban fármacos antiretrovirales, se los llevaron para darles el tratamiento obligado en una clínica y después los transfirieron a ICC. Allí, los recluyeron bajo llave y los atiborraron de fármacos, día y noche.


"¿Qué farmacos les daban?

"AZT, Nevirapina, Epivir, Zerit. Toda clase de fármacos."

Si leemos la lista de ensayos farmacológicos que actualmente tienen lugar o bien han concluído en ICC, observamos docenas de estudios esponsorizados por agencias gubernamentales como NIAID o NICHD y las más importantes compañías farmaceúticas como Glaxo, Pfizer, Squibb, Genentech y Biocene. Es hacer un viaje por el mundo terrorífico de la investigación de fármacos para niños.

Por ejemplo, el estudio llamado "Efectos de los antiretrovirales en las características corporales de niños seropositivos" busca las causas de "consunción y lipodistrofia" (redistribución de la grasa corporal) por el efecto de fármacos que, se sabe, provocan consunción y lipodistrofia

O considerar "La seguridad y efectividad de los tratamientos en pacientes con SIDA avanzado con edades entre 4 y 22 con 7 fármacos, algunos en dosis más altas de las habituales" Los 7 fármacos del estudio son bien conocidas por causar debilidad y, potencialmente, efectos secundarios con resultado de muerte y, aún así, los administran a niños de cuatro años en "dosis más altas de las habituales".

Entonces, apareció un estudio con "Estavudina en monoterapia o en combinación con Didanosina". La Estavudina más Didanosina ha matado a mujeres embarazadas.

O el ensayo de una vacuna administrada a niños de "12 meses a 8 años" usando cultivos vivos del virus de la viruela, aunque las consecuencias de vacunar con un virus vivo puede ser el desarrollo de la enfermedad.

Otras medidas como la determinación de "Niveles de fluido cerebroespinal". El fluido cerebroespinal sólo puede ser observado por punción espinal, un procedimiento invasivo y peligroso.

Existe, incluso, un estudio realizado en niños seronegativos nacidos de madres seropositivas con el fin de experimentar una vacuna contra el VIH..

Mona nunca fue informada de que Sean participó en ensayos clínicos en ICC.


"Pero ellos siempre estaban cambiando la medicación de los niños" dice.

Pregunté a Mona cómo los niños de ICC toleraban tanta medicación. "Muchos de ellos no lo toleran, y a los que no toleran, les insertan un tubo."
"¿Les insertan un tubo?" pregunto.
"Sí, en realidad se los ponen en el quirófano"
"¿Un cirujano les abre un agujero? ¿dónde?
"En sus estómagos" dice. "Si un niño rehúsa tomar los fármacos demasiadas veces, entonces se los llevan para operarlos. He visto eso en niños que rechazan los medicamentos.

El Incarnation Childrens Center es un orfanato administrado por la Oficina del Hogar Católico (Catholic Home Bureau) dependiente de la Archidiócesis de Nueva York. Según la página web de ICC, el hospicio fue fundado en 1987 "para hospedar bebés con problemas" Los "bebés problemáticos" son niños abandonados en el hospital.

En 1992, se convirtió en una clínica ambulatoria para niños seropositivos y, la clínica es, desde entonces "una clínica subsidiaria de la Unidad de Ensayos de Sida pediátrico de la Universidad de Columbia" que, a su vez, depende del Instituto Nacional de Salud (NIH).

Es entonces cuando el ICC empezó a hospedar niños de madres drogadictas y pobres para recibir las subvenciones que permiten al NIH utilizar a estos huérfanos seropositivos como objeto de sus ensayos.

La página web del ICC presenta un listado de docenas de ensayos con AZT y Nevirapina que tuvieron lugar a finales de los 90. El NIH, recientemente, publicó una lista de "5 estudios en marcha, reclutando personal para ensayos clínicos". y "27 estudios en marcha o recientemente cerrados" -todos en niños del ICC- así como más de 200 puestos en marcha por la Universidad Prebisteriana de Columbia en el ICC. Los ensayos están financiados por subdivisiones del NIH; muhcos están co-financiados por las compañías farmaceúticas que manufacturan lo fármacos ensayados. Los estudios utilizan los antiretrovirales estándar en el tratamiento del VIH: nucleósidos análogod, inhibidores de la proteasa así como Nevirapina.
Los nucleósidos análogos, como el AZT, funcionan por impedir la división celular. Detienen la formación de sangre nueva en la médula ósea, en algunos casos produce anemia y el colapso de la médula osea. Son la causa de muerte de mujeres embarazadas, abortos espontáneos, defectos de nacimiento, colapso del hígado, del páncreas, desgaste muscular y otros daños que provocan la muerte, tanto de niños como adultos. También pueden causar cáncer. Casi todo esto lo puedes encontrar en las etiquetas de los medicamentos prescritos.


El primer fármaco contra el SIDA, el AZT, fue diseñado en los años 60 como quimioterapia para pacientes con cáncer, pero nunca fue aprobado. Los expertos lo consideraban demasiado tóxico incluso en períodos cortos de suministro. Aún así, en 1987 fue designado como tratamiento de por vida de seropositivos. Aunque los ensayos después se mostraron como fraudulentos, AZT se mantiene en el mercado.

Finalmente, tenemos la Nevirapina, que también interfiere en el funcionamiento normal de las células. En los ensayos, la Nevirapina causó la muerte a docenas de pacientes por fallo hepático. La mayoría murieron por fallo orgánico causado por la toxicidad de la Nevirapina. Este medicamento también puede provocar un desorden muy virulento de la piel, llamado síndrome de Steven-Johnsons, una condición horrorífica en la que la piel se agrieta y se rompe en largos trozos de piel, dejándo la carne ensangrentada al descubierto.

Un bebé con el síndrome de Steven-Johnsons. La Nevirapina puede ser causa de SSJ

Nevirapina es el principal fármaco que se utiliza en Africa en mujeres embarazadas y neonatos VIH+

(no publicamos más fotos del artículo original por no herir tanto la sensibilidad del lector como la nuestra...)

Estudio europeo

Conclusiones:

1) En los países europeos el riesgo de contraer SJS en el contexto de la aparición del VIH, parece estar asociado a la administración de nevirapina. Debido a la severidad de estas reacciones y a la larga vida media del producto en el organismo, aconsejamos la interrupción del tratamiento a los primeros síntomas.

2) Para asegurarnos del riesgo de SJS en pacientes seropositivos, realizamos un estudio, desde Mayo 1997 de control de casos en Austria, Francia, Alemania, Holanda, Italia e Israel (Estudio EuroSCAR). Se han evaluado los riesgos comparando las cifras de exposición al fármaco entre casos clínicos y de control. Presentamos aqui los datos recogidos entre los pacientes infectados que enrolamos en el estudio desde Noviembre de 1999.

2 Estudios europeos relacionados con la nevirapina (PDF):
1) Nevirapine and the risk of Stevens-Johnson syndrome ortoxic epidermal necrolysis
2) Nevirapine-associated Stevens-Johnson syndrome

A pesar de causar tantos y tan serios problemas médicos, los antiretrovirales ni siquiera presumen de ser efectivos. Todo fármaco antisida presenta la advertencia de que:

"Este fármaco no cura la infección por VIH. Los pacientes que reciben tratamiento con antiretrovirales pueden seguir experimentando infecciones oportunistas y otras complicaciones propias de la enfermedad. Se debe advertir a los pacientes de que no se conocen los efectos a largo plazo del tratamiento"

Entonces ¿por qué la gente toma estos medicamentos? porque dieron positivo en un test del VIH. Pero como Christine Maggiore descubrió, los tests del VIH son altamente ineficaces.

La mayoría de los tests de VIH son tests de anticuerpos, lo que significa que pueden reaccionar positivo al cruzarse con otras proteínas de la sangre humana. Existen cerca de 70 condiciones -tal y como se registra en la literatura médica- que se conocen como causa de que los tests resulten positivos. Se incluyen infecciones fúngicas, resfriado, gripe, artritis, hepatitis, herpes, inoculación reciente, abuso de drogas y embarazo, entre otros.

Los tests actuales de VIH, incluídos los tests de carga viral, pueden producir docenas de resultados dudosos, incluso a partir de la misma muestra de sangre.

HIV tests are so unreliable that they all bear a disclaimer:

Los tests de VIH son tan poco fiables que todos presentan objecciones:

  • "Por el momento, no existe un estandard reconocido que establezca la presencia o ausencia de anticuerpos del VIH-1 en la sangre humana" o...
  • "El test de VIH (AMPLICOR HIV-1 MONITOR) no se debe utilizar como un test de VIH o para diagnosticar la infección por VIH" o...
  • "No usar este kit como la única base para diagnosticar infección por VIH-1 (Abbott Laboratories HIV Test, Roche Viral Load Test y Epitop (Abbott Laboratories HIV Test, Roche Viral Load Test and Epitope, Inc. Western Blot Test, respectivamente).
  • y el más gracioso: "Los tests pueden resultar positivos debido a un embarazo anterior, transfusiones de sangre y..., potencialmente, otras reacciones no específicas". (Vironostika HIV Test, 2003)
Brevemente: En los 90s, laboratorios farmacéuticos como Glaxo Wellcome y Abbot empezaron a reciclar medicamentos de quimioterapia para el nuevo mercado de fármacos anti-SIDA. Este mercado consiste principalmente en homosexuales a los que nadie había dicho que los tests VIH son test de anticuerpos inespecíficos. En cambio, les dijeron que al dar positivo en el test, desarrollarían SIDA inevitablemente y que el VIH es una condición fatal.

Si observas la literatura médica, descubrirás que ninguna de estas condiciones son ciertas.

El hijo de Mona, Sean, ha vivido su vida entera en un coma virtual. En la infancia, recibió tratamiento con AZT. El medicamento lo afectó tanto que no podía tragar comida solida y , como resultado, se alimentaba a través de un tubo hasta los 3 años. No tenía energía. Estaba enfermo constantement. No podía jugaar ni siquiera caminar sin agotarse. Sean empeoraba cada vez que Mona le daba las medicinas, así que bajó las dosis. Entonces, empezó a mejorar su nivel de energía. Poco a poco, Mona fue dejando de darle los antiretrovirales y empezó a llevarlo a un naturópata.

"Por primera vez en su vida" ella me dice, "se convirtió en un chico normal. Podía jugar con otros niños, podía andar y correr. Sonreía y reía. Era normal"

Esto hubieran sido buenas noticias, excepto que Sean nació de una madre que una vez resultó VIH-positiva. Sean, como receptor de los anticuerpos de su madre, también resultó positivo.

Los Servicios Sociales -The Administration for Children's Services (ACS)- acosó a Mona por no medicarlo. Enviaron a Mona y Sean a un nuevo doctor, especialista en SIDA quien introdujo un nuevo "tratamiento milagroso", Nevirapina. A los seis meses, estaba con respiración asistida, entre la vida y la muerte, debido a un fallo orgánico.

Fue entonces cuando los servicios sociales decidieron ingresarlo en ICC. Dijeron que estaría allí por cuatro meses. Estuvo alli más de un año. Mona tuvo que contratar a un abogado para sacarlo de alli.

Mona me enseñó los informes médicos de Sean. Los informes me contaron la misma historia: AZT, Nevirapina y todo tipo de antiretrovirales.

"Ahora están medicando a Dana"

Mona me presentó a Sean en una cancha de baloncesto próxima a su domicilio. Era un niño guapo. Su cazadora era demasiado grande para él y caminaba con un poco arrastrando los pies, con cautela. Era pequeño. Tengo un foto de mi mismo a los 4 años, vistiendo una chaqueta demasiado grande, balanceando las piernas al caminar y era más o menos del mismo tamaño que Sean. Excepto que Sean tenía 13 años. Pesaba 50 libras y medía 4 pies de altitud, aproximadamente. Un niño del AZT. Impedido, sus células dañadas desde la cabeza a los pies.

Incarnation Childrens Center esta localizado en un antiguo edificio de ladrillos, un convento reconvertido, con rejas en las ventanas. A la entrda, hay paneles de cristal a cada lado de una grande y sólida puerta sobre la que ví una cámara de vídeo. El día que fui a ICC, había niños apretados contra el cristal, tras la puerta cerrada, me miraban. Traspasé la entrada a una sala de visitas con una ancha puerta de acero, es el ascensor al último confín. Firmé como amigo cercano de Mona. La enfermera me miró con sospecha pero no me negó la entrada.

Tras la recepción había una habitación grande y oscura, con ventanas de cristales tintados al fondo. Los niños estaban agrupados al rededor de mesas plegables.

La edad de los niños era desde los dos años a los casi adultos. Excepto por unos pocos niños hispánicos, la mayoría eran afroamericanos. Unos cuantos niños estaban en sillas de ruedas. Un radio cassete sonaba de fondo. Alguien había traído pizzas en cajas de cartón. Una mujer joven vestida con pantalones ajustados estaaba sentada en una de las sillas. Me miró avergonzada. Era su fiesta por el 18 cumpleaños. Unos pocos adolescentes, aburridos y pálidos se sentaban en las esquinas, observando con expresión vaga y lejana. Eran voluntarios, venían a hacer su servicio comunitario con los niños del SIDA.

Los niños en silla de ruedas estaban siendo alimentados o medicados o ambas cosas a través de tubos que emergían de bolsas de plástico colgantes. Por los tubos fluía un líquido lechoso. Los tubos desaparecían entre sus camisas. Sus ojos estaban vacíos, doloridos, enfocados en un punto distante que no pude ver.

Pasé a otra habitación a través de un pasillo corto. Allí había un muchacho, quizá de 10 años, hinchado y como empapado. Se agitaba y gritaba haciendo gestos para que jugara con él. Un cuidador dijo su nombre muy clarito, como una advertencia y después me miró con severidad.

De vuelta en el vestíbulo, otro niño pequeño se me acercó y me alargó sus brazos. Lo cogí y él chilló, juguetón. Cuando intenté acomodarlo mejor en mis brazos, sentí en mi mano algo como plástico duro. Había una placa de plástico cubriendo un agujero en su abdomen. Sentí un escalofrío y lo dejé en el suelo, con cuidado. Las enfermeras me miraban fijamente.

Ya me marchaba cuando me fijé en una chica con el estómago hinchado. Tendría 12 o 13 años. Bajé la vista y ví un tubo de plástico hueco de color claro que serpenteaba por fuera de sus pantalones-malla.

El aire pesado y enrarecido era aplastante y entonces me di cuenta de que las ventanas no sólo estaban enrejadas sino cerradas a cal y canto.

"If they were open," Mona would later tell me, "the kids would try to get out."

"Si abrieran las ventanas" me dijo Mona despues, "los niños intentarían salir fuera"

Según me iba de alli me volví a fijar en la pesada puerta de acero del ascensor. Según Mona, lleva a la clínica.

"Allí es donde les dan los medicamentos. Arriba. Solían hacerlo abajo pero no les gusta que los otros niños les vean dando la medicación.

El Dr. David Rasnick es un investigador visitante de la Universidad de Berkeley con quien he trabajado en artículos que examinan el debate del SIDA. Cuando le conté lo que había visto en ICC pareció molesto pero no sorprendido.

"Los médicos de SIDA siempre asumen que sus pacientes van a morir" dijo.

"Nadie pregunta nunca si un paciente de SIDA está en realidad enfermo por la toxicidad de las drogas porque consideran que esa persona no tiene oportunidad alguna."

El pasado septiembre, pedí una entrevista con un funcionario de ICC. Una enfermera me dijo que nadie podría acudir porque "los niños sufren la viruela" Me acordé de la vacuna para la viruela.

Sin embargo, me presenté allí. No me querían dejar entrar pero me dieron un folleto: traía fotos en blanco y negro de pacientes, igual que los niños que yo había visto: drogados, dañados, llenos de tubos colgando.

En medio del folleto había una foto a dos páginas donde se mostraba una bandeja de medicamentos y jeringuillas. En las tablas horarias se podía leer "8 de la tarde, Valium, Lasix, Prednisone, Bactrim, Epivir, Colace, Nystatin, Ceftriaxone." Bajo las fotos se decía: "Medicina, medicina, medicina, medicina. Las medicinas te dan la clave de cuan complicada es la enfermedad del VIH en la infancia. Irónicamente, hace años, uno de mis antiguos profesores me dijo que cualquier paciente al que le administren más de 4 fármacos debería buscar un nuevo doctor"

En el dorso del folleto había una foto de un hombre que sujetaba un pequeño ataúd blanco y en otra foto, se ve el ataúd de un niño en los asientos traseros de un coche y un niño sentado en el regazo de una mujer. No se mencionaba la toxicidad de los fármacos. Cuando estos niños mueren, ellos le llaman SIDA.

Rasnick me ha habó sobre una enfermera, a nurse, Jacqueline Hoerger
que trabajó en ICC a mediados de los 90 y vivió una experiencia similar a la de Mona.

Hoerger trató de adoptar dos niñitas del ICC, para mantenerlas y cuidarlas junto con su marido. Ella les administraba los fármacos por protocolo durante un año y observó cómo las niñas empeoraban. Empezó a investigar sobre los antiretrovirales. Tras muchas consultas con un médico de mente abierta, decidió dar a las niñas vacaciones perennes de tomar fármacos. Para su alivio y asombro, las niñas mejoraron mucho. Comentó esta mejoria con su doctor.

Cuando les fue revelado a los servicios de adopción que ella no medicaba a las niñas, la Administración de New York de Servicios Infantiles se las llevó y las devolvió a un centro de acogida. No importa que se encontraran mejor. Lo único que importa es que tomen la medicación.

En octubre de 2003, contacté con la directora ejecutiva del ICC, Caroline Castro. Me pidió que le enviara las preguntas en un email y eso hice:

¿De dónde son los niños?

¿Cuál es el protocolo actual para tratar a niños seropositivos?

He leído en su web que ustedes participan en ensayos clínicos. ¿Qué clase de ensayos? ¿Qué tipo de subvenciones uds. obtienen por participar?

Castro replicó: "ICC aprecia su interés en nuestros servicios pero, lamentablemente, declinamos participar en su proyecto".

De todos modos, la llamé y le pregunté sobre los ensayos clínicos. Dijo que ICC no participa en ensayos clínicos. Me gritó cuando le recordé que en la web del NIH aparece el ICC en un listado de participantes en estos ensayos. "¿Por qué escribes sobre ICC?" "No escribas sobre nosotros. Deberías escribir sobre otras personas". Entonces, me colgó.

Llamé a la directora médico del ICC, la Dra. Katherine Painter. Tuve suerte de que ella sí accedió a hablar conmigo. Evidentemente, Castro y ella no habían intercambiado emails ese día. Entrevisté a la Dra. Painter durante una hora. Painter respondió a mis preguntas con un lenguaje extremadamente cauto y académico.

Cuando le mencioné la toxicidad del AZT, ella admitió que había habido algunos problemas. Pero, me aseguró, las nuevas medicinas los resolvieron.

Según Painter, "el mayor problema al que se encaran las familias con niños seropositivos, es la adherencia a los tratamientos." Adherencia es la palabra clave para la gente que no quiere tomar los medicamentos prescritos. No significa enfermedad; significa obediencia al régimen farmacológico.

I asked her if ICC participated in clinical trials.

Le pregunté si la ICC paricipaba en ensayos clínicos.

Muchas de las clínicas que se refieren a nosotros, están participando en ensayos de fármacos. Los niños paraticipantes en los ensayos están bajo monitoreo, análisis y se les suple los fármacos en las clínicas ambulatorias y aqui mantenemos estos tratamientos.

¿Me había engañado Castro? Claramente, el Incarnation Children's Center estaba participando en ensayos clínicos. Los niños podían ser enrolados en varios hospitales de área pero vivían y se medicaban en ICC, lo que horriblemente nos sugiere que participan.

Le remarqué que en la base de datos del NIH listan cientos de ensayos de fármacos utilizando niños.

"Hay cientos de ensayos en niños" replicó.

En cuanto a la adherencia de los pacientes jóvenes, Painter dijo que los fármacos son "muy amargos de sabor" así que "mezclan las pastillas con polvos baridos de fresa o chocolate."

Pero "en algunos casos" dice "es mejor administrar a través de tubos-g. Esto es, tubos en el estómago".

Le pregunté cómo colocan los tubos-g. Ella me explicó que un cirujano corta por el abdomen de los niños "entonces apartan las musculatura de la pared abdominal y llegan la estómago. Se crea un pequeño agujero de aproximadamente un cuarto de pulgada. Lleva varias semanas curarlo bien, si no queda un poco blando. Luego, se conecta un pequeño tubo a través del esófago o en abierto. Desde fuera puedes conectar una jeringa para alimentar el tubo".

Pregunté por qué ICC insiste en medicar a los niños de esta manera cuando hay miles de individuos seropositivos que no están enfermos o que siguen régimenes naturales con éxito.

Painter admitió que había oido hablar de esas personas. Utilizó el término industrial LTNP (long-term non-progressors), Supervivientes de larga duración. Este es un término utilizado por los académicos del SIDA para regatear el hecho de que, incluso el CDC (Center for Disease Control & Prevention, USA) está de acuerdo en que la mayoría de la gente con VIH no están enfermos. La mayoría de los pacientes de SIDA son diagnosticados porque les baja el conteo de CD4 en lugar de ser diagnosticados y tratados de la verdadera enfermedad que puedan padecer en ese momento.

Los Supervivientes de Larga Duración (SLD), por lo que yo sé, están involucrados en métodos naturales de sanación, evitan las prácticas inmunodepresoras en alimentos y sustancias, incluídos los antiretrovirales.

"En el tratamiento del SIDA", pregunté, "por qué no se persigue mantener el sistema inmune? ¿Por qué les dan a gente que ya está enferma fármacos que matan los tejidos del intestino y causan fallo hepático? Sólo hay que mirar los efectos secundarios de estos tratamientos.

Ella, me interrumpió. "Sí, claro, los fármacos tienen efectos secundarios. Pero siempre hay que sopesar los factores de riesgo/beneficio" Estaba empezando a enfadarse "debo recordarle que una infección por VIH sin tratar es lo mismo que un diagnóstico terminal".

Y eso fue exactamente lo que me dijo Rasnnick: "los médicos del SIDA siempre asumen que sus pacientes van a morir".

Pero Panter ya había asumido que esto no es verdad. Que existen los Supervivientes de Larga Duración. Si no morían a pesar de resultar VIH+ significa que su discurso es incorrecto.

Empezó a darme una conferencia sobre la progresión de la enfermedad. Primero, positividad, luego, diez años después, la enfermedad y la muerte inevitable.

"Bien", le dije, "digamos que alguien que testa positivo está, además, enfermo. Los niños en ICC, además de ser medicados todo el tiempo, son hijos de drogadictos crónicos. ¿No es suficiente razón para estar enfermo?

"No," dijo ella.

"Pero los tests del SIDA pueden reaccionar con anticuerpos producidos por el abuso de drogas"

"No," protestó.

"Sí" le digo. "El abuso de drogas, la hepatitis y alrededor de 70 condiciones estudiadas que pueden hacer el test positivo.

Cuando trabajé sobre el debate del SIDA, nunca encontré un investigador o médico que me dijera que los tests son 100% seguros. Incluso los técnicos de laboratorio que traté, tampoco aceptaban que los tests fueran del todo fiables.

Pregunté de nuevo "¿Por qué tratan a los pacientes de SIDA con fármacos que matan el sistema inmune? ¿No deberíamos ayudar a reconstruir su sistema inmunológico. ¿Debemos continuar diciendo que los tratamientos contra el SIDA funcionan, que son válidos?"

Painter dijo que había lugar para las "terapias suplementarias, incluyendo el soporte nutricional" pero reiteró "las terapias antiretrovirales son la principal intervención que ha reducido significativamente la enfermedad y mortalidad en la infección por VIH.

Miré en mi pila de documentos: docenas de estudios de antiretrovirales en los cuales los pacientes mueren, según estiman los propios investigadores, específicamente por los medicamentos. Miré en los prospectos: ataque al corazón, fallo orgánico, consunción, pérdida de masa ósea, anemia, malformaciones en los recién nacidos, adelgazamiento de la piel, prurito sangrante, deformación y muerte.

Painter, en aquella época, estaba a cargo de, por lo menos, 20 niños, muchos de ellos huérfanos sacados de sus hogares con el propósito de forzarles a un tratamiento médico. Ella sabía menos o estaba dispuesta a admitir menos sobre los tests VIH o la toxicidad de los antiretrovirales que la mayoría de los profesionales médicos con los que he hablado. Le dí las gracias y colgué.

Dentro del Incarnation´s Chlidrens Center, los niños en sillas de ruedas se mantenían con la cabeza erguida, incapaces de enfocar la vista. Deseé sacarlos a todos de alli, al aire libre. Era un día brillante y soleado y ellos estaban encerrados en esta habitación, una chica en su 18 cumpleaños bajo los cristaleds tintados.

Me fijé en un chaval en silla de ruedas, sobre los 12 años. Había algo extraño en su cara -su cabeza tenía una forma extraña. Un poco aplastada, con los ojos muy separados. Sus miembros y torso estaban ligeramente combados, acortados y débiles a la vista. Esto es lo que les ocurre a los bebés del AZT.

Miré a los otros niños. Los mismos brazos, las mismas piernas, las mismas caras. Un chico que andaba con muletas, intentaba bailar la música. Arrastraba sus piernas tras él, sus pies tenían un ángulo extraño cuando los apoyaba en el suelo. Me arrodillé ante el chaval en silla de ruedas. Hizo un sonido leve, como si intentara aflorar un profundo pánico. No le quise alarmar más y me levanté.

Conocí a un niño llamado Amir que estaba sentado en una de las mesas. Sobre los 6 años. Amir tenía un tubo en su estómago. También se le habían practicado numerosas cirujías plásticas para quitarle "la jiba de búfalo" como llaman los doctores a las grandes protuberancias de grasa que crecen en el cuello y espalda de la gente que toma inhibidores de la proteasa.

Caminé hacia él y sonrió ampliamente. Su cabeza tenía la misma forma aplastada y su espsaldas y hombros estaban extrañamente redondeados. Se agarró a mi camisa. Me arrodillé y él puso sus brazos al rededor de mi cuello para un abrazo. Tenía extensas decoloraciones redondas en su cuello allí donde le habían quitado los depósitos de grasa. Al cabo de un par de minutos, quise levantarme pero él siguió agarrado. Le cogí las manos con cariño, las mantuve así un rato y, con cuidado, me fui.

Cinco meses más tarde, Mona vio a Amir en el hospital. "Mi estómago está hinchado, me he hecho grade" le dijo. "Ellos me han cortado, me han cortado". Señalaba una incisión en un costado.

"Creo que es el tubo" me dijo Mona. "Creo que se infectó".

Cuando pregunté a la Dra. Painte cómo deciden usar los tubos en el estómago, ella me dijo "cuando fallan otras intervenciones para ayudar a los niños a tomar la medicación por vía oral"

Ciertamente, algo falló con Amir. Dos semanas después Mona lo vio en el hospital, estaba muerto.

Por Liam Scheff : E-mail : liamscheff@yahoo.com