miércoles, 30 de diciembre de 2009

Fracaso de la campaña contra la gripe A: sobran el 90% de las vacunas

Se adquirieron 37 millones, luego se calculó que se gastarían 10 millones y, cuando acabe el plazo, apenas se habrán usado 3 millones. Ahora se estudia qué hacer con las demás

En cinco semanas, las que van desde el inicio de la campaña de vacunación, el 16 de noviembre, hasta el pasado 20 de diciembre, se habían utilizado en España cerca de dos millones dosis de la vacuna contra la gripe A, según las estimaciones facilitadas por el Ministerio de Sanidad a 20 minutos.

La campaña concluye este mes, lo que significa que a esa cifra habrá que añadir el gasto de la semana pasada y de la actual. Si se mantiene el mismo ritmo, al final no habrá siquiera tres millones de inmunizados, frente a los 37 millones de dosis adquiridas: sobran más del 90% de las vacunas que adquirió Sanidad.

Esta enorme desproporción tiene variados motivos. En primer lugar, según Sanidad, que la compra se hizo pensando que habría que aplicar dos dosis por persona y finalmente sólo ha habido que usar una.

Sanidad pensó que habría que aplicar dos dosis por persona, cuando sólo ha habido que usar una En segundo lugar, que el Gobierno prefirió pasarse a quedarse corto: inicialmente se pensó en disponer de capacidad para cubrir al 40% de la población y luego se incrementó hasta el 60%. Es decir, que hay reservas para el 60% pese a que los grupos de riesgo de la campaña (enfermos crónicos y personal sanitario y estratégico) apenas suponen un 15% o 20% del total.

Este último porcentaje es el que utilizó Sanidad cuando calculó que se inmunizarían 10 millones de personas. Pero es en este punto donde el cálculo más ha fallado. Según un estudio del Consejo General de Enfermería publicado la pasada semana, hay un 45, 2% de personas de los grupos de riesgo que ni se han vacunado ni piensan hacerlo.

¿Qué hacer con el resto?

La cuenta, con estos datos, es sencilla: se compraron 37 millones y se van a gastar 3. Sobran 34 millones de dosis. La cuestión es qué hacer con ellas.

El Ministerio tiene claro que, en el peor de los casos, y de acuerdo con el contrato firmado con las farmacéuticas, las vacunas podrían devolverse para que se vendan en el canal privado.

Encima de la mesa está también la opción de ampliar los receptores: que quien se quiera vacunar, por decisión personal, pueda hacerlo. Esta medida, en cualquier caso, habría de tomarse de acuerdo con las comunidades autónomas. La cuestión ya fue planteada la semana pasada como posibilidad por el consejero vasco de Sanidad, Rafael Bengoa.

Y aún hay dos alternativas más. La primera es de la UE y pasa por crear una "reserva virtual de vacunas" para los países miembros que aún no las tienen o para los países pobres, según el plan del presidente de EE UU, Barack Obama. Y, finalmente, también está dentro de lo posible que parte del stock se guarde pensando en la campaña de 2010.