viernes, 20 de febrero de 2009

El fin de la retrovirología: El VIH es un invento a toda luz de los retrovirólogos

Dr. Stefan Lanka.

He aquí un tremendo ejemplo de cómo un distinguido académico que contribuyó mucho al adelanto de la ciencia, luego impide nuevos adelantos con su terca adhesión a un dogma de su propia creación. Si no se hubiese sentido obligado a repetir cosas que son increíbles tan sólo porque fueron dichas un día, habría llegado a ser una persona totalmente diferente.

Johan Wolfgang von Goethe, Maximen und Reflexionen, Textstelle 586.





Los lectores deben ser conscientes de que ha habido un cierto número de reacciones, y las respuestas correspondientes, al premio ofrecido por la revista inglesa Continuum como recompensa por «el virus perdido». Han ido desde peticiones de clarificaciones como, por ejemplo, de cuál es el tipo de prueba requerida, pasando por comentarios irónicos acerca de la irrelevancia de la prueba pedida, hasta una demanda en toda la línea del premio por parte del Dr. Peter Duesberg. Los lectores recordarán que el punto inicial de toda la movida fue mi articulo explicativo de que el VIH en realidad no existe, planteado como algo opuesto a la más frecuentemente formulada cuestión de si el VIH es o no responsable del SIDA.

El equipo científico australiano dirigido por la Doctora Eleni Papadopulos ya ha elaborado una detallada réplica a la solicitud del Dr. Duesberg, por lo que me dedicaré a abordar cómo el erróneo concepto de «retrovirus» incide decisivamente en la presente situación.

Los enormes servicios prestados por el Dr. Duesberg a la humanidad están más allá de toda disputa. Desde 1987 ha sido, firmemente y con un gran coste personal, el bastión de la cordura y la decencia en un mundo llevado a la locura por la simplista teoría VIH=SIDA. Que el VIH exista y que sea la causa del SIDA son cuestiones muy académicas: ¿cuando fue la última vez que Ud. se encontró con un heterosexual «normal» -es decir, alguien que no hace depender su vida de la perpetuación del pánico en torno al SIDA- que preste la menor atención a la historia oficial sobre el SIDA? En la práctica, el mérito del Dr. Duesberg para tener nuestra gratitud es su contundente e inquebrantable oposición al AZT (y a otros productos análogos), cuyo uso lleva a la muerte.

Dicho esto, también es cierto que el propio Dr. Duesberg es víctima de otra falacia colectiva (el «Denkkollectiv» -pensamiento colectivo- elaborado por Ludwig Fleck), que él mismo contribuyó a formular y en el que aparentemente ahora se encuentra preso.

Los retrovirus fueron postulados como especies de microorganismos que causaban la transcripción inversa, lo cual era totalmente razonable al inicio de los años setenta como hipótesis de trabajo. El error consistió en elevar la hipótesis a dogma. Las primeras técnicas de detección genética dieron alguna credibilidad a la existencia de una entidad que sería transmitida de una célula a otra, lo cual fue desafortunado porque también se vio posteriormente que era erróneo. Suceden errores de este tipo siempre que la tecnología pone al alcance de la utilización general un procedimiento experimental nuevo que impulsa a un ejército de investigadores a la producción masiva de datos experimentales, descuidando el significado biológico que su trabajo pueda tener, si es que tiene alguno. Aún peor es el hábito de hacer un número interminable de reajustes ad hoc de la teoría original, lo cual distorsiona completamente la hipótesis original. La ciencia rigurosa exige que se haga un radical replanteamiento cuando esto ocurre. Y si no se hace, como sucede en el caso del SIDA, siguen avanzando en la mayor confusión unos planteamientos fundamentalmente erróneos, y llevan al desastre.

El Dr. Duesberg estuvo junto a los investigadores principales del SIDA, limitando sus objeciones al relativamente menor aspecto de si el VIH puede o no causar el SIDA, cuando lo que realmente debería haberse atrevido a cuestionar es el concepto mismo de retrovirus, dada su anterior y valiente posicionamiento, mucho antes que cualquier otro, de admitir el error de la hipótesis acerca de los retrovirus como causantes de cáncer, incluso a pesar de que estuvo implicado durante mucho tiempo en esta otra falacia. Desde mi punto de vista, es razonable considerar que el Dr. Duesberg podía llegar a plantearse que no existe en absoluto una entidad tal como un retrovirus. Pero en lugar de ello se permitió dejarse embaucar con las hazañas técnicas de los «retrovirólogos», capaces de reproducir de manera consistente ciertos fenómenos peculiares de determinados constituyentes biológicos de las células. Al hacer esto, se dejó extraviar en la creencia de que dichos fenómenos eran debidos a un virus. Se trata de un non-sequitur completo. Según una metáfora moderna, esta falta de rigor intelectual ha transformado la biología molecular en una ciencia virtual, llevando a la deplorable situación de tener una enfermedad virtual (el SIDA) definida virtualmente y presentada como debida a un agente patógeno virtual (el VIH). Desgraciadamente para la humanidad, el SIDA no es único al respecto sino que representa tan sólo la punta del iceberg.

Para un observador perspicaz podría haber sido claro ya en 1973 que era insostenible la hipótesis de trabajo que adscribía a retrovirus el fenómeno experimentalmente observado de la transcripción inversa, cuando se supo que dicha transcripción inversa era cualquier cosa menos un fenómeno escaso. Como máximo en 1980 dicha hipótesis debería haber sido abandonada por todos. De hecho, las extraordinariamente artificiales y circunscritas condiciones en las que podía inducirse transcripción inversa en los laboratorios debería haber alertado a cualquiera acerca de la extrema improbabilidad de que tales condiciones exclusivamente de laboratorio tuviesen significado alguno para los fenómenos que ocurren de manera natural. Aún más cuando no fue posible mostrar la existencia de ningún retrovirus, por ejemplo siendo capaces de aislarlo y caracterizarlo, y de demostrar su transmisibilidad. Estos fracasos (obviamente no por falta de intentonas) deberían haber bastado para arrinconar todo el enfoque. Puede resultar difícil de creer que todos los mapas que pretenden representar un retrovirus completo, incluido el VIH, son tan sólo compilaciones de pedazos y piezas puestas juntas por sus autores a mayor gloria de sus creencias. Entre colegas... Ni in vitro ni in vivo se ha probado que exista ningún retrovirus ni su ARN en su totalidad.

Una dificultad complementaria para la hipótesis VIH=SIDA es que nunca ha sido posible demostrar que las observaciones experimentales atribuidas a los retrovirus sean exógenas a las células utilizadas en los experimentos, es decir, que vengan del exterior de la célula. En realidad, toda la evidencia disponible apunta a lo opuesto, es decir, a que son endógenas (inherentes, interiores) a las propias células. Parte de la evidencia consiste en que la llamada actividad retroviral sólo se ha podido inducir experimentalmente en un tipo determinado de células, mientras que se supone que el VIH infecta en el cuerpo a muchos tipos distintos de células. Las dos aseveraciones son claramente incompatibles. Toda la teoría se vuelve aún menos plausible cuando se tiene presente que las concentraciones «retrovirales» son siempre extremadamente bajas, por lo que se precisa una gran cantidad de material celular de los «pacientes» para poder señalar que hay algún «virus replicante». A propósito, ésta es la base de la afirmación de que el VIH tiene una muy baja tasa de infectividad... Una explicación mucho más racional es que ahí en absoluto hay virus alguno.

La historia proporciona un desgraciado precedente de esta forma de investigación. A fines del siglo XIX e inicios del XX se realizó una larga serie de experimentos con animales de laboratorio altamente endogamizados. Bajo condiciones estrictamente circunscritas, desarrollaban mayor susceptibilidad a enfermar que animales no endogamizados. Se «olvidó» la frase «altamente endogamizados» y se hicieron generalizaciones sobre infectividad viral que se mostraron erróneas pero de las que la medicina sigue presa hasta nuestros días.

Análogamente, se está realizando hoy en día experimentos con cultivos celulares en vez de hacerlos con animales completos, y ello por la sencilla razón de que así se acelera enormemente dichos experimentos. La desventaja es que esto limita la experimentación a sólo una de entre unas pocas líneas celulares que siempre son cancerosas, porque únicamente éstas crecen continuamente en el laboratorio. La historia se repite: se generaliza a la conducta de células normales los resultados obtenidos con unas células altamente anormales.

Estas células pueden incorporar dentro de su propio ADN trozos de ADN extraño que se añaden a los cultivos de crecimiento (proceso de integración que también pueden realizar, aunque más lentamente, las células normales). Las células que han incorporado ADN manifestarán, como es obvio, las características que codifique dicho ADN, lo cual es interpretado como que un virus ha entrado en acción cuando no ha ocurrido nada de este estilo. A partir de ahí es fácil darse cuenta de la aparición de la extraña noción «ADN infeccioso», y de la errónea conclusión de que en el proceso está implicado un virus en el convencional significado de esta palabra. Sin embargo, todo el argumento se colapsa cuando se demuestra que se puede hacer que el ADN no-viral también actúe así, tanto in vivo como in vitro. Si ocurre que el ADN utilizado es el ADN que arbitrariamente se ha definido como ADN del VIH o una parte de él, entonces lógicamente la célula que ha incorporado este ADN se comportará como si hubiese sido infectada por el supuesto VIH.

Esta es la base de la reclamación del Dr. Duesberg. En su celo retrovirológico, no parece apercibirse de que «ADN infeccioso» es una contradicción en los términos. Porque, ¿qué es normalmente llamado virus sino un trozo de ADN envuelto por una cobertura proteica a fin de que el ADN pueda ser transmitido de una célula a otra? Un pedazo de filamento de ADN no puede hacer esto por sí solo, pues estaría expuesto a la degradación enzimática o sería mezclado con otros componentes. Además, ¿cómo podría identificar su célula diana?, ¿cómo podría alcanzarla?, ¿cómo podría entrar en ella sin un mecanismo específico que lo permitiese?.

Un hombre con los conocimientos del Dr. Duesberg no debería necesitar la ayuda de nadie para comprender que replicar (es decir, clonar) algo en un tubo de ensayo y después detectar este algo (es decir, ADN clonado molecularmente) en un lugar en el que previamente se le ha colocado, es un argumento circular, luego no es ningún argumento en absoluto. Pero ocurre que las tautologías son parte indispensable de la retrovirología, como ya señalé en el articulo en el que abordaba la falacia inherente a los tests de anticuerpos para el «VIH».

Conclusión.



Las reglas que demuestran la existencia del VIH (y de los retrovirus en general) no han sido nunca cumplidas por aquellos que las inventaron, así como nunca han sido validadas. Esto hace ahora más fácil comprender porqué muchas personas sienten la necesidad de preguntar lo que significa el, en principio bastante evidente, término «aislamiento»: sinónimos adecuados podrían ser «puro» y/o «libre de contaminantes». Claramente tienen una preocupación en su mente cuando se dan cuenta de que el término aislamiento ha sido utilizado en retrovirología de la forma enunciada por Alicia en el País de las Maravillas: «Significa lo que yo digo que significa».

Hasta la invención del SIDA, los retrovirólogos constituían una pequeña secta minoritaria y eran felices aceptando acríticamente cada uno las fantasías de los otros. Podían ir tocando violines para mayor alegría de sus corazones, tranquilos sabiendo que «los retrovirus son los menos peligrosos de todos los virus». Colegas bienintencionadas y crédulos, así como aspirantes a virólogos, periodistas y, a través de ellos, público en general, fueron hipnotizados por la incomprensible jerga de los retrovirólogos, en la creencia de que la enorme masa de datos acumulados sobre el VIH y los retrovirus de alguna forma significaba algo. En realidad, puede demostrarse que cada propiedad atribuida al VIH, y a los retrovirus en general, pertenece a las células utilizadas en los experimentos de co-cultivo. En ningún momento ha habido base alguna sólida para creer que estas propiedades y componentes tengan nada que ver ni con los virus en general ni con el «VIH» en particular.

Ninguna partícula de «VIH» ha sido nunca obtenida pura, libre de contaminantes. Nunca se ha probado la existencia de una pieza completa del ARN atribuido al «VIH» (ni del ADN transcrito).

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El Doctor Lanka es biólogo y virólogo alemán.
Artículo aparecido en la revista inglesa «Continuum», volumen 4, número 3, septiembre-octubre de 1996.

ENTREVISTA A NURIA G. 23 AÑOS SIN DESARROLLAR SIDA



1.Cuándo te diagnosticaron sida?
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Me diagnosticaron en 1988, pero como ni mi pareja del momento ni la anterior estaban “contagiados”, se decretó que estaba infectada desde 1984 que fue mi último contacto con las drogas.

2.¿Cómo te encuentras en la actualidad?

De salud perfectamente, nunca he tenido ningún problema que no sea un dolor de muelas, algún constipado y un par de gripes en estos 23 años.

3.- ¿Qué opinas de la teoría del sida que nos cuentan?

Creo que es una auténtica farsa que sólo se sostiene por la falta de escrúpulos propia de las grandes empresas económicas, y la ignorancia y la desidia de los gobiernos y la gente con respecto a los problemas que no nos afecten personalmente. Es un cóctel peligroso.

4. ¿Qué opinas de los Tests?

Bueno, esto no es una cuestión de opinión. Sólo existen, tanto ahora como hace 20 años, dos tipos de test, el Western Blot y el Elisa. Ambos avisan en sus prospectos que no deben utilizarse como único medio para decretar que una persona está infectada del VIH. El problema por supuesto, es que nunca ha existido un tercer test que pueda darte esa garantía.

5.¿Por qué crees que diste positivo?.

No lo sé, en realidad sólo hay teorías al respecto. Pero si los propios test no me pueden garantizar que un resultado positivo o negativo signifique algo concreto, no me interesa para nada. No me sirve para nada algo que podría ser o no ser. (muchos toxicómanos crean anticuerpos que dan positivo al test de sida, sin tener VIH).

6. Tú has intentado denunciar la macroestafa del sida, después de estar 23 años sana sin medicarte?, has mandado cartas hasta a ZP….cuál ha sido el resultado de esta denuncia por parte de los estamentos oficiales y prensa?

Ninguna, claro. Hay que tener en cuenta que ni siquiera las denuncias oficiales llegan a alguna parte, se demoran años y años, aunque también le envié un email a su correo personal. Con respecto a los medios de comunicación, son empresas que deben ser políticamente correctas. En todas las profesiones, pero en este caso en la sanidad y en el periodismo, el que quiere vivir bien de su profesión “evita los temas espinosos”, y los disidentes somos muy espinosos con esta manía nuestra de seguir vivos sin sus fármacos ni sus sentencias de enfermedad y muerte.

ZP no hizo ningún caso a una carta enviada por Nuria G.Estaba demasiado ocupado leyendo los sermones del Televangelista Al Gore o regalando 8000 millones de euros para viviendas de insostenibles renovables, sin saber que el estafador Gore tiene la empresa de renovables GIM

7. ¿Qué opinas de la medicación del sida?.

Aquí podemos volver a prescindir de opiniones personales. Cualquiera que se moleste en leer los efectos secundarios de cualquiera de los medicamentos para el sida verá que son más inmunodepresores de lo que pudiera ser cualquiera enfermedad por sí sola. Un ejemplo: un hombre que lo diagnostican positivo y comienzan con los tratamientos para el sida estando completamente asintomático. Pasado un tiempo empieza a desarrollar varias enfermedades relacionadas con el sida, y ya completamente enfermo, vuelve a hacerse las pruebas del VIH dando resultado negativo al VIH. En el juicio que gana queda demostrado que era un falso positivo y que la medicación le había provocado toda una serie de enfermedades, por lo que lo indemnizan con 2’5 millones de dólares. Es un caso de este diciembre pasado, y lamentablemente, es sólo un ejemplo de cómo funcionan los fármacos. Hay millones de “ejemplos” más, millones de muertos por los fármacos del vih que se han dado a conocer como muertos del sida.

8.Qué le dices a la gente afectada o etiquetada de sida y todos los que tienen terror a la enfermedad?.

Lo primero dejar de creer en papá Noel y lo reyes magos, los padres no siempre son bondadosos progenitores pendientes de nuestro bienestar, y los gobiernos pueden elegir prescindir de la justicia hacia unos cuantos si cree que así beneficia al resto. Tenemos la responsabilidad de cuidar de nosotros mismos, de aprender a pensar y buscar las soluciones que más nos convengan independientemente de lo que nos cuenten por la tele. Si no sabemos y tenemos dudas, hay que buscar información, la experiencia de otras personas a veces es muy valiosa, no debe condicionar nuestras decisiones pero puede ayudarnos a tomar la decisión que más nos conviene. La información que nos llega a través de los medios de comunicación y los organismos oficiales suele estar muy lejos de la verdad.

El tema del sida es sólo un ejemplo. Sólo en el tema de la sanidad mueren anualmente miles de personas en todo el mundo por los efectos secundarios de fármacos legalizados por los gobiernos, para enfermedades tan simples como el colesterol o la impotencia, pero de eso te enteras por las vías extraoficiales, no te lo cuentan en las consultas médicas ni en la televisión. Hay que informarse. Hay cientos de Asociaciones, nacionales e internacionales que pueden ayudar a ampliar nuestra visión de cómo funciona de verdad este mundo nuestro.

9.- ¿Cuánta gente hay sana como tú en el mundo?

No lo sé, pero personalmente conozco bastante gente en el área de Valencia. No tanta como quisiera. De todas formas sólo hay que darse una vuelta por la red para ver que prácticamente en cualquier lugar del mundo hay una asociación disidente del VIH/sida con cientos de simpatizantes comprometidos.

10.- ¿Es exagerado decir que los matasanos del sida hacen en realidad honor a su nombre?

Yo no lo considero exagerado, al contrario. La ignorancia no exime de culpa, y aún así me consta que muchos de los profesionales de la virología saben que existimos, que hay cientos de disidentes que vivimos sanos al margen de sus sentencias de muerte hacia nosotros. En su miseria, esperan pacientemente que caigamos enfermos de cualquier cosa para poder amenazarnos de nuevo. El problema es que algunos con mucha satisfacción, acaban pensando que están en lo cierto, porque un diagnosticado enfermo, por puro abandono médico, es un diagnosticado muerto si no claudica con el tratamiento oficial. No importa cuál sea la enfermedad. Son pocos los que se pueden pagar las consultas privadas de las medicinas alternativas realmente eficientes.

11. Cómo ha afectado a tu vida toda esta pseudociencia del sida: que con tu ejemplo demuestra ser un absoluto fraude, porque el VIH asesino debería sin medicarte haberte matado hace años?.

Es muy difícil explicarlo, creo que eso es imposible. He encontrado la manera de vivir con este estigma porque la supervivencia propia es muy poderosa, pero te puedo decir que se paga un precio muy alto y hay que renunciar a demasiadas cosas. Pero como dice Machado, “se hace camino al andar”. Diagnosticada o no, al final acaba siendo lo mismo para todos. Sé bien dónde estoy y lo que tengo que hacer, lo que me digan o con lo que me amenacen es lo de menos.


AFECTADOS SIDA DENUNCIAD YA!

Empieza ya a pedir pruebas y denunciar si eres afectado del sida a: ONUSIDA,FDA,Ministerio de Sanidad, Agencia del medicamento, médicos, hospitales, farmacéuticas…por test inválidos,información engañosa, medicación tóxica y estafa científica. Te puedes forrar: ha habido ya indemnizaciones (similares a las tabaqueras) de 24 millones depesetas por errores en tests (Diario Médico, 27-9-200).Muchos han dado negativo al volver a hacerse el test. Contacta con nosotros o con el bufete Almirall, acrac@planet-save.com, tel: 93 4751652,ADEPA o Asociación del Defensor del Paciente: defensorpaciente@telefonica.net , 91 465 33 22.

GUIA PARA TRATAMIENTO SIDA



El SIDA es causada por exposiciones involuntarias, y algunas veces voluntarias, a agentes estresantes para el sistema inmunológico, de origen químico, físico, biológico, mental y nutricional (1-4). Estos agentes estresantes, en alarmante incremento mundial (3), inducen un exceso de radicales libres del tipo de los agentes oxidantes (9-44), los cuales a su vez, deterioran progresivamente al sistema inmunológico hasta colapsarlo, con la subsiguiente aparición simultanea de infecciones oportunistas, tumores y enfermedades metabólicas. Como consecuencia de lo anterior, el SIDA puede tratarse, prevenirse y erradicarse en forma efectiva, fácil y barata (45,a-c).

Ocho principios básicos pueden y deben orientar el tratamiento y la prevención del SIDA como lo que realmente es: una enfermedad tóxica y nutricional (a-c):

1) Señalar las causas reales del SIDA.
2) Diagnosticar con bases clínicas y de laboratorio.
3) Evitar exposición a agentes estresantes inmunológicos.
4) Desintoxicar al sistema inmune y otros sistemas.
5) Estimular y regenerar al sistema inmune y otros sistemas.
6) Tratar las manifestaciones clínicas del SIDA.
7) Preferir medidas naturales.
8) Hacerlo en el momento apropiado.

La aplicación de estos principios básicos depende de las condiciones concretas de cada individuo o comunidad y debe ser decidida en cada caso específico por los profesionales o terapeutas que dirijan el tratamiento o la prevención y de común acuerdo con los interesados y afectados. El SIDA debe ser manejado como cualquier otra enfermedad degenerativa crónica, es decir, una vez que una persona manifiesta deficiencia leve, moderada o severa de su sistema inmune, deberá tomar precauciones por el resto de su vida, similar a como lo hacen las personas que sufren de diabetes, hipertensión arterial, artritis, insuficiencia renal, etcétera.

Al final de este artículo hemos colocado un listado extenso de referencias y bibliografía que sustenta la validez científica de esta alternativa para el tratamiento y la prevención del sida y cuya lectura recomendamos a quienes deseen profundizar en el tema. De igual manera, al final, incluimos una lista con sitios del Internet que contienen la argumentación científica y abundantes referencias del debate científico internacional acerca de las causas y soluciones del SIDA.

Los siguientes son los principios básicos para el tratamiento y la prevención del SIDA:


1. SEÑALAR LAS CAUSAS REALES DEL SIDA

1.1. Es absolutamente necesario erradicar del individuo y de la comunidad las creencias erróneas de que el sida es una enfermedad infecciosa, viral, contagiosa, mortal y para la cual no hay cura (1-11). Debe por lo tanto erradicarse la ecuación prevaleciente de que: VIH=SIDA=MUERTE.

1.2. Igualmente debe erradicarse el mito de que ser "VIH-positivo" indica estar infectado con el virus que supuestamente causa el SIDA, puesto que ser "VIH-positivo" o “seropositivo” en realidad significa estar intoxicado u oxidado (46).

1.3. Esas creencias equivocadas deterioran de por sí al sistema inmune y contribuyen a la génesis del SIDA como lo demuestra la psiconeuroinmunología (47-53).

1.4. Debe explicarse detalladamente cómo las exposiciones involuntarias y algunas veces voluntarias, múltiples, repetidas y crónicas a los agentes estresantes inmunológicos de origen químico, físico, biológico, mental y nutricional; intoxican, oxidan y deterioran progresivamente al sistema inmune hasta colapsarlo, generando así el SIDA (4,54).

2. DIAGNOSTICAR CON BASES CLÍNICAS Y DE LABORATORIO.

2.1. Mantener en mente que las exposiciones involuntarias o voluntarias, múltiples, repetidas y crónicas a agentes estresantes no sólo intoxican y deterioran progresivamente al sistema inmune sino también a los demás órganos y sistemas corporales (4,54). Además, la exposición a estos agentes tóxicos no afecta en igual forma a todas las personas, de tal suerte que similares situaciones de estrés pueden producir diferentes patrones de enfermedad (a-j,z).

2.2. En consecuencia, el estado completo de salud del individuo o la comunidad debe evaluarse cuidadosamente utilizando para ello técnicas clínicas y pruebas de laboratorio convencionales para determinar el estado de la sangre, suero, plasma, orina, materias fecales y otros líquidos corporales. Pueden utilizarse además las pruebas de diagnóstico alternativas y complementarias disponibles tales como iridología, kinesiología, bioelectrónica, pulsos de la medicina oriental y otras pruebas similares (d-j).

2.3. Es ideal poder evaluar en detalle el estado de funcionamiento del sistema inmune, con exámenes tales como conteos de células T y B, respuestas blastogénicas de linfocitos, proliferación y diferenciación de células T, activación de linfocitos citotóxicos, actividad de la timulina, complemento total, C3, C4, dosificación de inmunoglobulinas (55-57).

2.4. Evaluar en detalle el estado de activación del sistema inmune con pruebas tales como exámenes serológicos para hepatitis A, B, C, sífilis, toxoplasma, diferentes tipos de virus herpes, infección citomegálica, rubeola, mononucleosis, factor reumatoideo, antiestreptolisinas, eritrosedimentación, proteína C reactiva, beta 2 microglobulina, pruebas de Combs, aglutininas, complejos inmunes y pruebas cutáneas (55-57).

2.5. Evaluar el estado de funcionamiento de las glándulas endocrinas, los riñones, el hígado, la piel y todos los demás órganos y sistemas corporales.

2.6. Es conveniente evaluar meticulosamente los marcadores del estado nutricional con exámenes tales como proteínas totales, albumina, electroforesis de proteínas, hierro sérico, transferrina, ferritina, folatos, B12, B6, tiamina, niacina, biotina, riboflavina, ácido pantoténico, carnitina, inositol, biopterinas y colinas (58-77).

2.7. Evaluar los marcadores del estado de antioxidación con exámenes tales como dosificación de vitamina C, vitamina A, retinol, carotenos totales, alfacaroteno, betacaroteno, licopeno, luteina/zeaxantina, betacriptoxantina, flavonoides, vitamina E, alfatocoferol, gamatocoferol, cobre, ceruloplasmina, zinc, selenio, cromio, magnesio, manganeso, glutation, glutatión peroxidasa, N-acetilcisteina y tiol sistémico (9-44,78,79).

2.8. También es conveniente evaluar los marcadores del estado de oxidación con exámenes tales como el biomarcador de la oxidación de bases del ADN (8-hidroxy-2-deoxiguanosina) y biomarcadores de la peroxidación de grasas tales como malondialdehido, hidroperóxidos grasos, proteínas oxidadas, prueba del salicilato, glutatión reducido, catalasas y superoxidodismutasa (80-83).

2.9. Las pruebas de ELISA, Western blot y Carga viral consideradas erróneamente como indicadoras de “infección VIH (84-98), deben en realidad interpretarse como biomarcadores indirectos del estado de estrés oxidativo e intoxicación del individuo o la comunidad (46). En tal sentido, el fenómeno conocido como VIH antes que ser causa es un efecto de las exposiciones a agentes estresantes e indica la presencia de proteínas liberadas y acumuladas durante las respuestas al estrés (99-107). Debe entenderse con detalles cómo las denominadas “pruebas para VIH” no detectan infección con el “VIH” puesto que no existe ninguna evidencia científica de que el fenómeno conocido como “VIH” sea realmente un virus (108-113).

3. EVITAR EXPOSICION A AGENTES ESTRESANTES INMUNOLÓGICOS.

3.1. Debe evitarse mayor intoxicación de órganos y tejidos impidiendo al máximo posible la exposición a agentes estresantes inmunológicos (4,54), principalmente los relacionados en los puntos siguientes:

3.2. Estresantes de origen químico tales como tabaco, alcohol, drogas sicoactivas y afrodisíacos (cocaína, heroína, crak, nitritos inhalables o “poppers”, anfetaminas, etc.), polución química, lubricantes, detergentes, pinturas, aerosoles, pesticidas, preservativos de alimentos, fármacos tóxicos incluyendo a antibióticos, corticosteroides, quimioterápicos y antiretrovirales (4,6-8,114-118).

3.3. Estresantes de origen físico tales como radiaciones ionizantes y no ionizantes, campos electromagnéticos originados en instrumentos eléctricos y electrónicos , geopatías y cosmopatías (4,119).

3.4. Estresantes de origen biológico tales como sangre y derivados, semen, especialmente por vía rectal, vacunas, infecciones de transmisión sexual, otras infecciones y parasitosis (4,120,121). Evitar el sobre crecimiento de Candida albicans en el tracto gastrointestinal y su diseminación a otros sitios (i ,y). En lugares subdesarrollados es necesario garantizar agua potable, así como una buena disposición de excretas y basuras para evitar nuevas infecciones y parasitosis (121).

3.5. Estresantes de origen mental tales como ansiedad, fobias, temores, depresión y pánico (4,122). Es absolutamente necesario erradicar toda duda acerca de lo que realmente es el SIDA y su tratamiento y prevención en el individuo, su familia y en la comunidad (47-53). Debe comprenderse cómo desde el punto de vista científico, es posible curar y prevenir el SIDA.

3.6. Estresantes de origen nutricional tales como la falta de alimentación en países subdesarrollados y el exceso de comida “basura o chatarra” en países desarrollados (4,123). Nada nos pone más en contacto con el medio ambiente como los alimentos que ingerimos. En consecuencia, es necesario tener una alimentación lo más natural posible eliminando tabaco, alcohol, café, té, chocolate, colas, gaseosas o sodas, alimentos procesados, enlatados, que contengan conservantes y productos refinados como azúcar y harina blancas y edulcorantes con aspartamo. Reducir el consumo de proteína y grasa animal, incluidos los lácteos, así como el consumo de azúcares y dulces. Por otro lado, en lugares subdesarrollados un requisito absoluto y prioritario es resolver la carencia de alimentos (123).

3.7. Hábitos de vida: La salud y la enfermedad están relacionados con nuestros hábitos diarios y con la actitud ante la vida (2,4,124-129). Es necesario adoptar una actitud positiva y crítico-constructiva, de tal manera que los “pacientes seropositivos” se conviertan en “impacientes seropositivos”. Potenciar una actitud combativa como factor de supervivencia y curación. Mantener una vida activa conservando el trabajo, descansar y dormir suficientemente, practicar ejercicio físico moderado y dejar un tiempo para el ocio y la diversión. Escuchar música que alegre el espíritu, bailar, cantar, pintar, reír. Preferible usar ropas de algodón y de colores claros. Realizar cepillado en seco y ducha con agua fría al final del baño, así como ejercicios respiratorios, de relajación, meditación y visualización. Tener una actividad sexual regular eliminando afrodisíacos, lubricantes y espermicidas tóxicos y prácticas sadomasoquistas. Apertura a la vida interior y al crecimiento personal protegiendo la naturaleza y ayudando a otras personas “seropositivas”, a otros enfermos con SIDA y a todos nuestros semejantes.

4. DESINTOXICAR AL SISTEMA INMUNE Y OTROS SISTEMAS.



4.1. Además del sistema inmune deben desintoxicarse los sistemas de excreción: digestivo, hepático, renal, respiratorio y cutáneo y todos los demás que manifiesten signos de intoxicación (130-132).

4.2. Diferentes técnicas nutricionales, energéticas, magnéticas, físicas, mentales y espirituales han demostrado efectividad tanto en la desintoxicación como en la estimulación y regeneración del sistema inmune y otros sistemas (133-141 ,a-z). Algunas de ellas son medicina naturista y homeopatía, acupuntura y moxibustión, terapia neural, digitopuntura, medicina china, fitoterapia, terapia nutricional, terapia con agentes quelantes, hidroterapia, terapia con agua de mar, reflexoterapia, masaje linfático, ayurveda, flores de Bach, hipertermia, oxigenoterapia biocatalítica, aromaterapia, masaje terapéutico, arteterapia, músicoterapia, cromoterapia, hipnósis, yoga, tai-chi, qigong o chi kung, tuina o masaje chino, reiki, magnetoterapia, sofrología, medicina ortomolecular, medicina funcional y cuidado espiritual (133-141). Al igual que como sucede con la medicina convencional, la efectividad de cada una de estas técnicas terapéuticas depende en gran medida del conocimiento y experiencia de quien las aplique y de la aceptación por parte de quien las recibe.

4.3. Algunas plantas medicinales útiles en la desintoxicación (124-129,137,r-v,z): Es conveniente usar plantas diuréticas como la cola de caballo (Equisetum arvense) y plantas protectoras hepáticas como el cardo mariano (Silybum marianum), el boldo (Pneumus boldus), la fumaria (Fumaria officinalis), el desmodio africano (Desmodium ascendens), el astragalus chino (Astragalus membranaceus), la Ling Zhi o Reishi china (Ganoderma lucidum). El ponche de sábila (Aloe vera) se usa tanto para desintoxicar como para estimular. Forma de tomarse: se licuan 2 onzas de cristal o jugo de penca sábila, 2 cucharadas de miel de abejas, 4 granos de pimienta negra, un trocito pequeño de jengibre y el jugo de un limón amarillo. Se toma acabado de hacer, todos los días, por 30 a 60 días. Una buena higiene intestinal es crucial en la desintoxicación y puede lograrse en parte con lavativas de manzanilla seguida por lavativas de aceites de girasol y de lino y con aporte suplementario de lactobacilos.

4.4. Alimentación desintoxicante y antioxidante (2 ,4,123-128): Se sugiere limpieza orgánica por ejemplo con dieta depurativa, sin productos animales ni margarinas y con frutas y verduras biológicas u orgánicas. La dieta depurativa de la Dra. Kousmine es una buena opción (142). Se sugiere consumir cereales completos o integrales cocidos o crudos, enteros, aplastados o molidos (arroz, cebada mondada o perlada, trigo sarraceno, avena). Reducir el consumo de azúcares y dulces. Incrementar el consumo de frutas frescas y secas, verduras y legumbres crudas, orgánicas o biológicas y de la estación. Consumo abundante de líquidos: agua (al menos un litro y medio por día), zumos o jugos de frutas y verduras principalmente de zanahoria, caldos vegetales, y zumos verdes como fuente de clorofila (por ejemplo, licuar en agua: lechugas, espinacas, apio, hierbabuena, perejil, cilantro, y similares y tomar sin colar). Evitar productos lácteos, usando como alternativa leche de almendras, de nueces , de avellanas, de avena, de arroz. Evitar el uso de soja transgénica muy común en los Estados Unidos, Canadá y Argentina. Es aconsejable el ayuno desintoxicante supervisado (143). Es muy conveniente también, tomar alimentos bifidogénicos, por ejemplo yogurt y kumis hechos con leche de ovejas o cabras, tofú y miso (144). El aceite de coco que es fuente de ácido láurico y caprílico tiene efectos anti cándida (i).

5. ESTIMULAR Y REGENERAR AL SISTEMA INMUNE Y OTROS SISTEMAS.

5.1. Debe iniciarse éste proceso junto con el de desintoxicación y esto puede durar meses, años, o toda la vida, dependiendo de las condiciones específicas de cada persona o comunidad.

5.2. Deben garantizarse niveles óptimos de antioxidantes (145-150,r,s) por ejemplo con el uso de vitamina A y carotenoides (151-170), vitamina E (preferiblemente Ed) (162,171,172), vitamina C (173-175), selenio (30-33), n-acetil cisteina (34-40), l-glutamina (i), zinc (41-44), cobre (44), manganeso (r), ácido alfalipoico (r), ubiquinona o coenzima Q10 (r) y flavonoides o vitamina P (r); evitando sobrepasar los niveles sanguíneos normales y recordando el potencial tóxico de metales y vitaminas liposolubles.

5.3. El tener niveles normales de vitamina A y otros carotenoides evita lo que erróneamente se conoce como “transmisión del VIH/sida” de persona a persona (176-178), de la madre al feto durante el embarazo y el parto (179-190) o durante la alimentación materna (191). Recordar el potencial teratogénico de la vitamina A, betacaroteno y otros carotenoides (192).

5.4. Algunas interleukinas como la IL2, factores de crecimiento, vitaminas del complejo B, vitamina D y lítio tienen utilidad por sus efectos estimulantes y regeneradores (193-201).

5.5. Deben corregirse con meticulosidad las anormalidades de macro nutrientes y micro nutrientes (202-212).

5.6. Algunas plantas inmunoestimulantes y/o antioxidantes (137,213-222): penca sábila (Aloe vera), astrágalus (Astragalus membranaceus), eleuterio o ginsen (Eleutherococcus senticosus), Fo-ti (Polygonum multiforum), cúrcuma (Curuma longa), equinácea (Echinacea angustifolia y E. purpurea), ajo (Allium sativum), regaliz (Glycyrrhiza glabra), hidrastis o sello de oro (Hydrastis Canadensis), uña de gato (Uncaria tomentosa), ginkgo (Ginkgo biloba), semillas de toronja (Vitis vinifera), zarzaparrilla (Smilax officinalis y S. aspera). Tranquilizantes y relajantes: pasiflora (Passiflora incarnata), valeriana (Valeriana officinalis), manzanilla (Matricaria chamomilla), hierbabuena (Menta sativa), lavanda (Lavanda officinalis), eleuterococo o ginsén de Siberia (Eleuterococus senticosus).

5.7. Alimentación antioxidante, estimulante y regeneradora (2,4,124-129): Además de la alimentación desintoxicante descrita en 4.4., se sugiere una dieta vegetariana o semi vegetariana con abundantes frutas principalmente papaya, mango, kiwi, piña, aguacate, bananas, frutas secas; verduras, cereales, legumbres y algas. Pocos productos animales. Preferir el pescado blanco con grasa y la carne de cordero y cabra. Preferible usar sal marina. Usar 60 a 80% de alimentos crudos con productos biológicos u orgánicos, frescos e integrales. Siempre que sea posible usar abundante ajo, cebolla, espárragos, cítricos, remolacha roja, col, repollo, brócoli, coliflor, col de Bruselas, zanahoria, levadura de cerveza, germen de trigo, polen, leguminosas y cereales germinados. Usar aceites prensados al frío (por debajo de los 40 grados C), pues así conservan ácidos grasos polinsaturados y escenciales, necesarios en la regeneración de tejidos y en procesos antinflamatorios, de antioxidación e inmunoestimulantes. Los aceites de cártamo, girasol y oliva, en su orden, son buena fuente de vitamina F o ácido linoleico. El aceite de lino es fuente de ácido alfa linoleico.

6. TRATAR LAS MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL SIDA.

6.1. Debe utilizarse el tratamiento específico convencional (223-227) y complementario o alternativo (a-z) para las infecciones oportunistas (candidiasis, histoplasmosis, coccidiodomicosis, criptococosis, criptosporidiosis, diferentes tipos de infecciones herpéticas, infección citomegálica, isosporiosis, tuberculosis, nocardiosis, neumonia por Pneumocystis carinii, neumonía bacteriana recurrente, septisemia por salmonella, estrongiloidiasis, toxoplasmosis); para los tumores (sarcoma de Kaposi, linfoma cerebral, linfoma de células B, linfoma de Burkitt, cáncer cervical invasivo) y para las múltiples alteraciones metabólicas (demencia/encefalopatía, leucoencefalopatía multifocal progresiva, caída del cabello, pérdida de peso, síndrome caquetizante) y las demás manifestaciones clínicas que se presenten del deterioro respectivo de los mecanismos de defensa, de vigilancia y de homeostasis del sistema inmune.

6.2. Corregir las manifestaciones del deterioro de otros órganos y tejidos.

6.3. El éxito del tratamiento del SIDA depende en gran medida de que se garantice un estado macro y micro nutricional óptimos (58-77,201-212 ,k-v).


7. PREFERIR MEDIDAS NATURALES.



Es ideal que además de los profesionales convencionales se consulte a terapeutas complementarios, alternativos u holísticos, puesto que estos utilizan técnicas terapeúticas de reconocida efectividad para el tratamiento y la prevención de enfermedades degenerativas tóxicas y nutricionales como el SIDA (124-141,w-z).

8. HACERLO EN EL MOMENTO APROPIADO.

8.1. El tratamiento y la prevención del SIDA como síndrome tóxico y nutricional solamente podrá ser efectivo si:

a) el individuo o la comunidad no tienen la menor duda de que lo que se hace es lo correcto, pues entienden con lujo de detalles que el SIDA es un síndrome degenerativo tóxico y nutricional, causado por exposiciones involuntarias y algunas veces voluntarias, múltiples, repetidas y crónicas a agentes estresantes inmunológicos, los cuales inducen un estado de intoxicación u oxidación del sistema inmune y los demás sistemas corporales. Es ideal que los familiares y amigos cercanos también lo entiendan así, y;
b) que el tratamiento y la prevención sean dirigidos por profesionales de la salud o terapeutas que también compartan enteramente que el SIDA es un síndrome tóxico y nutricional prevenible, curable y erradicable y que estén decididos y puedan hacerlo. Preferir individuos que tengan una visión amplia y global de la medicina convencional y de las medicinas alternativas o complementarias.

8.2. Es frecuente que se presenten discusiones entre las personas “seropositivas” y las enfermas, con los profesionales de la salud o con los terapeutas que consideran que el SIDA es una enfermedad causada por un virus denominado “VIH”. En caso de que esto suceda, deben evitarse las confrontaciones radicales que traigan mayor ansiedad y depresión a las personas “seropositivas” y a los enfermos (47-53).

8.3. Si un enfermo de SIDA o una persona que reacciona positivamente en las mal llamadas “pruebas para VIH” después de conocer toda la información disponible (228-230), decide cambiar los llamados antiretrovirales por una terapia alternativa y no tóxica, esto debe hacerse en forma gradual y progresiva, pues los inhibidores de proteasa que forman parte de los “cócteles” tienen acciones antioxidantes (231) y el suspenderlos en forma abrupta podría crear situaciones delicadas de estrés oxidativo e inmunosupresión.