jueves, 18 de diciembre de 2008

AUDREY SERRANO, indemmizada con 2.5 millones $ por un falso diagnóstico VIH con el test Western Blott


CHICAGO, 12 Dic. 2007
. Un proceso presentado contra el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts sobre las consecuencias de un pretendido test de anticuerpos del VIH falsamente positivo, deja al descubierto los problemas básicos con el test y los tratamientos para todas las personas que los toman, según un reputado investigador médico que ha actuado como asesor del abogado del demandante en el caso. El veredicto, que se ha hecho público hoy, otorgaba 2.5 millones de $ al demandante.

La demanda de Audrey Serrano, de 45, en la vista de esta semana en Worcester, Mass., se centraba en la ausencia de un test Western Blot “confirmatorio” en sus registros. Sin embargo, Andrew Maniotis, médico y profesor ayudante de investigación del Departamento de Patología de la Escuela de Medicina de Illinois, Chicag, de la misma Universidad , argumentaba que, aunque la fiabilidad de todos los test del VIH no se estaban juzgando en la audiencia, el historial del caso plantea preguntas acerca de los mismos. Y dado que Serrano desarrolló las enfermedades definidas comúnmente como “condiciones relacionadas con el S.I.D.A.” sólo tras tomar las medicaciones contra el VIH conocidas como “terapia antiretroviral altamente activa”, son los propios medicamentes los que parecen haber ocasionado el “S.I.D.A.”.

Desde su fundación en 1991, Rethinking A.I.D.S. (RA) (Repensar el S.I.D.A.), ha estado planteando las mismas cuestiones. Etienne de Harven, M.D., presidente de RA, comenta: “Es urgente que abramos un debate público sobre la muy sospechosa fiabilidad de todas las pruebas del VIH. Además, comparto plenamente la preocupación del Dr. Maniotis acerca de la seguridad de los fármacos contra el VIH”. Se pueden encontrar más recursos online en la página Web del grupo Rethinking AIDS.


Rodney Richards, Ph.D., trabajó en el desarrollo del anticuerpo (ELISA) y de los tests de “carga viral” genética para Amgen, y mantiene algunas patentes relacionadas con ello. “El diagnóstico de ser VIH positivo está basado en combinaciones arbitrarias de pruebas, ninguna de las cuales está aprobada para el diagnóstico del VIH”, comenta. “De hecho, no existe ningún test del VIH. Es sólo una ilusión”.

Presentando el tema del consentimiento informado de todas las personas sometidas a la prueba de anticuerpos del VIH, los propios kits de las pruebas contienen folletos que los médicos raramente, si es que lo hacen alguna vez, comparten con los clientes. Por ejemplo, el kit de prueba ELISA de los Laboratorios Abbott, típicamente utilizado como prueba preliminar, advierte:

“El test ELISA por sí sólo no puede ser utilizado para diagnosticar S.I.D.A.”.

La confirmación de un resultado obtenida con un ELISA, con un resultado obtenido con la prueba de Western Blot es habitualmente requerida como “estandar de asistencia”. El encarte de resumen en el envase del Western Blott dice :

“No utilizar este kit como única base para la infección por VIH”.

Esto ya es más preocupante, ya que se supone que el Western Blot es una prueba altamente acurada, utilizada para confirmar que el ELISA no ha dado un falso positivo”, dice el Dr. Maniotis. “Además, la literatura revisada por los colegas aporta evidencia sustancial de que el virus VIH no ha sido nunca aislado en una forma purificada libre de los desechos de contaminación celular, a fin de generar el denominado “antígeno viral específico” que se utiliza en los kits de pruebas”.

Serrano, a la que ahora se ha reconocido que siempre había dado negativo al VIH, y que por tal razón no estaba en riesgo de desarrollar S.I.D.A., sufrió sin embargo de graves enfermedades de las definidas dentro del S.I.D.A., incluyendo consunción, herpes, y afta oral mientras tomaba retrovirales. También tubo otros problemas de salud, incluyendo diarrea constante (definitoria de S.I.D.A. según la definición africana), pérdida muscular, profunda fatiga, lesiones de piel no específicas, afta oral, brotes de herpes, graves hemorragias nasales, sangrado ginecológico constante, y quistes de ovario dolorosos, lesiones fibroquísticas en los pechos, lesiones hiperplásticas de la pituitaria, y graves dificultades cardíacas y respiratorias.

Los prospectos de los fármacos retrovirales realmente relacionan todas estas condiciones como posibles efectos secundarios, sugiriendo que son los propios medicamentes los que causan las condiciones relacionadas con el S.I.D.A., dice Maniotis.

Desgraciadamente, la experiencia de Serrano no es la única. El Dr. Maniotis eligió investigar su caso porque, dice, “es típico de muchos casos revisados, e ilustra muy claramente el desarrollo de condiciones relacionadas con el S.I.D.A. en una mujer que daba negativo al VIH, y que estaba sana antes de tomar los retrovirales, lo que sugiere que se necesita urgentemente un profundo cambio del paradigna para evitar más violaciones de los derechos humanos”.


Tanto el Dr. Maniotis como el Dr. Richards están disponibles para entrevistas inmediatas con los medios de comunicación, y para hablar y aparecer en programas:


Andrew Maniotis, Ph.D.

Chicago, Ill., U.S. (Central time zone)

312-996-4838 office

773-960-9084 mobile

amanioti@uic.edu

Rodney Richards, Ph.D.

Illinois/Colorado, U.S. (zonas horarias Central y Mountain)

303-909-4175 mobile

drmrsearch@yahoo.com

Dr. de Harven, presidente de RA, puede localizársele en:

Etienne de Harven, M.D.

Saint Cézaire, France [GMT +1 hour]

+33-4 93 60 28 39 phone

pitou.deharven@tele2.fr

Contactos con los medios informativos:

David Crowe

Calgary, Alberta, Canada (zona horaria de Mountain)

+1-403-289-6609 (office)

+1-403-861-2225 (mobile)

david.crowe@aras.ab.ca

Elizabeth Ely

Brooklyn, N.Y., U.S. (zona horaria oriental)

+1-718-704-9672 (mobile)

elyelizabeth@verizon.net
E-mail: press@rethinkingaids.com

Web site: www.rethinkingaids.com



Rethinking AIDS – RA- (Repensar el S.I.D.A.)

El grupo para el Revisión Científica de la hipótesis del VIH/S.I.D.A. (también “RA” o “el Grupo”, se formó en 1991 para expresar la preocupación de un creciente número de renombrados científicos y doctores en medicina acerca de la investigación sobre el VIH, y de los abusos resultantes sobre los derechos humanos. En 1995, a través de una carta publicada en Science, el Grupo hizo un llamamiento para una revaluación de la evidencia existente para y contra la hipótesis del VIH/S.I.D.A., y recomendaba que se llevaran a cabo estudios epidemiológicos críticos.


Entre los fundadores de RA y miembros clave estás el microbiólogo de Harvard Dr. Charles Thomas; el Premio Novel de Química de 1993 Dr. Kary Mullis; el co-fundador de Nature Biotechnology Dr. Harvey Bialy; el biólogo molecular en la Universidad de Berkeley de California, Dr. Peter Duesberg, y el finado matemático de Yale Dr. Serge Lang, ambos miembros de la Academia Nacional de Ciencias; la profesora de medicina del Hospital Royal Perth en Australia Occidental Dra. Eleni Papadopoulos; y el profesor emérito de salud pública de la Universidad de Glasgow, y consejero de la Organización Mundial de la Salud, Dr. Gordon Stewart.

El actual presidente del Grupo, Dr. Etienne de Harven, es profesor emérito de patología en la Universidad de Toronto, y antiguo investigador de cáncer en el Instituto Sloan-Kettering, de Nueva York (de 1956 a 1981). Elaboró los primeros estudios con microscopio electrónico de un retrovirus (el virus de la leucemia murine Friend), y fue director del Laboratorio de Microscopia Electrónica en el Departamento de Patología del Instituto Banting, en la Universidad de Toronto.


LA MANUPULACION DE LAS REVISTAS CIENTIFICAS

Los herederos de Comte.

por Jesús García Blanca http://mesetas.net/?q=node/10

Los católicos quemaron a Giordano Bruno. Los protestantes hicieron lo propio con Miguel Servet. Eran los últimos coletazos de poder de un aparato represivo en decadencia. Otra fuente de verdades y certezas comenzaba a tomar el relevo. Y el profeta del positivismo, Agust Comte, reclamaba el método científico como la única fuente de dogmas para esa nueva "religión científica de la humanidad" que rescataría a Occidente del "caos y la anarquía".

Ciento cincuenta años después, la Ciencia se ha investido de los mismos poderes que acabaron con Bruno y Servet. Tal y como quiso Comte, es la única fuente de dogmas indiscutidos. Y el mecanismo fundamental por el que se da a conocer la palabra revelada de la nueva religión son las publicaciones científicas.

Estudios publicados por las propias revistas científicas, declaraciones de sus editores y un análisis de sus relaciones con la Industria Farmacéutica permiten concluir que la manipulación y falsificación de datos, la censura a través del peer review y las perversiones metodológicas y morales, no son hechos puntuales protagonizados por tal o cual persona deshonesta, sino un problema estructural derivado de la función de la Ciencia como sostenedora del Poder.

La evidencia es aplastante:

* Estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) por el Dr. Jim Nuovo: revisados 359 estudios sobre nuevos medicamentos publicados entre 1989 y 1998 en revistas consideradas como prestigiosas – la misma JAMA, The New England Journal of Medicine, The Lancet, The British Medical Journal and Annals of Internal Medicine - tan sólo 26 de ellos habían publicado estadísticas que realmente recogieran los efectos de los tratamientos en los pacientes. Es decir, 333 estudios mentían o falseaban datos.

* Estudio publicado en JAMA por Lisa M. Schwartz y Steven Woloshin: analizados los comunicados de prensa de seis números consecutivos de las revistas The Lancet, British Medical Journal y JAMA – en total 127 comunicados - los autores concluyen que las revistas escriben "frecuentemente" exageraciones y ocultan datos. Significativamente, sólo un 22% menciona la financiación por parte de la industria farmacéutica.

* Estudio de Wolins (ver Creation Research Society Quarterly, Vol. 21(2) 89-91. septiembre de 1984): se pidieron a 37 autores de artículos de psicología los datos que habían utilizado como base de sus estudios. De los 32 que contestaron, 21 lo hicieron para informar que "desafortunadamente sus datos habían quedado traspapelados, se habían perdido o habían sido involuntariamente destruidos". De los 9 conjuntos de datos que fueron enviados, 3 contenían graves errores en sus estadísticas.

* Broad y Wade (en "Betrayers of the Truth". New York, NY: Simon and Schuster, 1982) analizan varios estudios que demuestran la falta absoluta de criterio a la hora de recomendar artículos para su publicación. En uno de ellos se utilizaron artículos "de alta calidad" ya publicados, y se volvieron a enviar a las revistas que los habían publicado cambiando los nombres de los autores: sólo dos de ellos fueron aceptados; el resto fueron rechazados por los mismos editores que los habían publicado tres años antes.

* Declaraciones del editor de una de las más importantes revistas científicas del mundo:

El editor de The British Medical Journal (BMJ), acaba de realizar una de las declaraciones más duras que puede recibir la comunidad científica: «El fraude de las investigaciones clínicas es como el abuso infantil. Una vez que se reconoce que existe se empieza a observar lo frecuente que es». Richard Smith pronunciaba estas palabras durante la celebración reciente del Primer Congreso Internacional de Medicina de Hong Kong. El editor del BMJ insistió en que tanto los métodos de detección, de investigación, como las conclusiones de los ensayos clínicos, son deshonestos y «absolutamente inadecuados», declaró Richard Smith. Los casos de fraude incluyen la fabricación de datos o la invención completa de los mismos. Este experto insistió en la necesidad de que las instituciones creen mecanismos para evitar esta conducta poco ética. (El Fraude de los estudios científicos. Mundo, 13-12-98. Patricia Matey).

"Muchos ensayos son demasiado cortos para ser relevantes, y muchos estudios publicados recogen los resultados positivos – hay una gran cantidad de evidencia negativa que nunca ve la luz del día". Hablando en la conferencia anual del Real Colegio de Psiquiatras, el profesor [Richard Smith] dijo que muchos artículos científicos se contradicen entre sí y es casi imposible averiguar cuáles son los correctos. Muy pocos doctores visitan bibliotecas médicas, añadió, y los libros y revistas médicos son "herramientas de información muy primitivas" y de uso reducido durante las consultas. Fue también muy crítico con el sistema de "peer review" el cual es utilizado para vetar. (Medical Studies mostly rubbish. Medical Observer 24/7/98. Andy Whyman).

Así es como funcionan las "prestigiosas" revistas científicas.

Teniendo en cuenta que la Industria Farmacéutica controla la inmensa mayoría de publicaciones especializadas y revistas de divulgación científica, financia proyectos de investigación, concede becas, subvenciones y empleos... y finalmente influye poderosamente en los medios de masas, ¿qué otra cosa se podía esperar?

La recomendación de Einstein –"lo importante es no dejar nunca de cuestionar"- o las lecciones de rigor y honestidad de Niels Bohr o Erwin Schrödinger parecen enterradas definitivamente por una ciencia cuyo motor fundamental no es, como escribe Galimberti, "la voluntad de saber, sino la voluntad de dominar", y ello mediante procedimientos refinados de censura de los cuales es especialmente significativo el sistema de revisión por pares o peer reviw que garantiza desde el anonimato la perpetuación de una élite al servicio del poder, el control del reparto de fondos y la administración de credibilidad ante una cada vez más indefensa sociedad.

De hecho, las publicaciones científicas no son más que un caso particular de "Medios de Comunicación de Masas" con sus mismos mecanismos y objetivos:

El ciudadano medio cree que lo que lee en los periódicos, oye en la radio y ve en la televisión es algo real; que realmente provocar una matanza en Iraq es legitimo y se hace para proteger la democracia, la libertad y la paz; que realmente en Palestina existen soldados luchando contra terroristas; que realmente se prohiben partidos políticos para defender la democracia, y así sucesivamente.

De la misma forma y por los mismos motivos, el lector medio de las publicaciones científicas cree que lo que publican es real, que el desciframiento del genoma humano permitirá erradicar las enfermedades y fabricar seres a la carta; que las vacunas han servido para acabar con las enfermedades contagiosas o que hay un "VIH" que se dedica a matar las defensas de millones de personas (aunque no se sepa cómo), y que la única solución es atiborrarlas de productos químicos cada vez más agresivos, que son proporcionados por las benefactoras de la humanidad – las multinacionales farmacéuticas - que pagan a quiénes los desarrollan, fabrican, recetan y publicitan.

¿Qué sucedería si el ciudadano de a pie se hiciera consciente, de repente, de que la información que recibe no es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, sino que está elaborada por quiénes controlan los medios de comunicación? ¿Qué sucedería si decidiera darse por enterado de que existen informadores honestos e independientes, que ofrecen análisis e información alternativa?

Sencillamente: sería una catástrofe. Le sería imposible soportar el peso de la responsabilidad que supone tener que decidir: ¿Será Chávez un dictador amigo de terroristas o uno de los pocos que se atreven a enfrentarse al Imperio? ¿Estará Sadam preparando la destrucción de Occidente en arsenales secretos, bajo las arenas de Mesopotamia, o será petróleo lo que busca Bush junior en el subsuelo iraquí? Etcétera.

Y de la misma forma: ¿Qué sucedería si el médico de a pie se hiciera consciente de repente de que la información que recibe no es la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, sino que está elaborada por quiénes controlan esas revistas – que en muchos casos son los mismos que controlan el resto de los medios? ¿Qué sucedería si decidiera darse por enterado de que existen científicos e investigadores honestos e independientes, que ofrecen análisis y resultados alternativos?

La catástrofe sería aún mayor por el efecto rebote sobre el resto de la sociedad, porque a nuestro médico de pueblo le sería igualmente imposible soportar el peso de la responsabilidad que supone tener que decidir: ¿Serán GlaxoSmithKline, Abbot, Boehringer Ingelheim, Roche y demás, benefactoras de la Humanidad, o estaré aterrorizando a mis pacientes y condenándolos a la enfermedad y a la muerte? ¿Estarán equivocados los abnegados investigadores que reciben miles de millones de dólares cada año, publican en las revistas más prestigiosas y cosechan premios a diestro y siniestro? Etcétera.

Pero tranquilos. De momento no hay peligro. La capacidad de poner en duda es inversamente proporcional a la complejidad de la cosa. No se trata de un problema de conocimiento, sino de confianza en el especialista – ese ser que cada vez sabe más de menos, y que por pura lógica terminará sabiéndolo todo de nada.

Las publicaciones científicas cumplen regularmente su misión de adoctrinamiento de la misma forma que los medios de masas, sólo que en un nivel superior de complejidad y por ello mismo, con un nivel superior de impunidad. Y los médicos de a pie (y el resto de los profesionales de a pie, cuyo trabajo esté ligado de una u otra forma a los saberes científicos), se aferran a su fe – a esas "ficciones necesarias" de las que hablaba Nietzsche - con las mismas patéticas fuerzas que lo hace el ciudadano de a pie a las encíclicas televisivas.

Hepatoxicidad ZERIT Cáps. dura 15 mg, Estavudina.

Disfunción hepática: se han registrado casos de hepatitis o insuficiencia hepática, que en ocasiones han sido fatales. No se ha establecido la seguridad y eficacia de estavudina en pacientes con trastornos hepáticos subyacentes importantes. Los pacientes con hepatitis B o C crónica tratados con medicamentos antirretrovirales de combinación tienen un mayor riesgo de acontecimientos adversos hepáticos graves y potencialmente mortales. En caso de tratamiento antiviral concomitante para hepatitis B o C, se debe consultar también la información relacionada con estas especialidades farmacéuticas. Los pacientes con disfunción hepática preexistente, incluyendo hepatitis crónica activa, presentan una mayor frecuencia de anomalías de la función hepática durante el tratamiento antirretroviral combinado y deben ser vigilados según la práctica estándar. Si hay pruebas de empeoramiento de la hepatopatía en estos pacientes, debe considerarse la interrupción o suspensión del tratamiento. En el caso de elevaciones rápidas de los niveles de transaminasas (ALT/AST > 5 veces el límite normal superior, LNS), debería considerarse la interrupción del tratamiento con Zerit y cualquier otro medicamento potencialmente hepatotóxico. Síndrome de Reconstitución Inmune: Cuando se instaura una terapia antirretroviral combinada (TARC) en pacientes infectados por VIH con deficiencia inmune grave, puede aparecer una respuesta inflamatoria frente a patógenos oportunistas residuales o asintomáticos y provocar situaciones clínicas graves, o un empeoramiento de los síntomas. Normalmente estas reacciones se han observado en las primeras semanas o meses después del inicio de la terapia antirretroviral combinada. Algunos ejemplos relevantes de estas reacciones son: retinitis por citomegalovirus, infecciones micobacterianas generalizadas y/o localizadas y neumonía por Pneumocystis carinii. Se deberá evaluar cualquier síntoma inflamatorio y establecer un tratamiento cuando fuese necesario. Lipodistrofia y alteraciones metabólicas: La terapia antirretroviral combinada se ha asociado con una redistribución de la grasa corporal (lipodistrofia) en pacientes VIH positivo. Actualmente se desconocen las consecuencias a largo plazo de estos acontecimientos. El conocimiento actual sobre el mecanismo de acción es incompleto. Se ha planteado la hipótesis de una relación entre la lipomatosis visceral y los Inhibidores de la Proteasa, y la lipoatrofia y los nucleósidos inhibidores de la Transcriptasa Inversa (NRTIs). Se ha relacionado un mayor riesgo de lipodistrofia con factores individuales tales como la edad avanzada, y con factores relacionados con el fármaco tales como una larga duración del tratamiento antirretroviral o trastornos metabólicos asociados. El examen clínico debe incluir una evaluación de los signos físicos de redistribución de la grasa. Se deben tener en cuenta los niveles de lípidos en suero y de glucosa en sangre. Los trastornos lipídicos deben tratarse como se considere clínicamente apropiado (véase sección Reacciones adversas). En los pacientes a tratamiento con estavudina, existen evidencias de que la toxicidad ADN mitocondrial podría estar asociada con características específicas de lipoatrofia. Esto debería tenerse en cuenta cuando se considere iniciar una terapia antirretroviral de combinación con estavudina. Osteonecrosis: se han notificado casos de osteonecrosis, especialmente en pacientes con infección avanzada por VIH y/o exposición prolongada al tratamiento antirretroviral combinado (TARC), aunque se considera que la etiología es multifactorial (incluyendo uso de corticosteroides, consumo de alcohol, inmunodepresión grave, índice de masa corporal elevado). Se debe aconsejar a los pacientes que consulten al médico si experimentan molestias o dolor articular, rigidez articular o dificultad para moverse. Ancianos: Zerit no se ha estudiado específicamente en pacientes mayores de 65 años. Lactantes menores de 3 meses: se dispone de datos de seguridad provenientes de estudios clínicos de hasta 6 semanas de tratamiento realizados en 179 pacientes recién nacidos y lactantes menores de 3 meses (ver sección Reacciones adversas). Se deberá tener en especial consideración la historia del tratamiento antirretroviral administrado a la madre y el perfil de resistencia de la cepa VIH de la misma. Disfunción mitocondrial: se ha demostrado in vitro e in vivo que los análogos de nucleótido y de nucleósido causan un grado variable de daño mitocondrial. Ha habido informes de disfunción mitocondrial en bebés VIH negativo expuestos in utero y/o post-parto a análogos de nucleósido (ver además sección Reacciones adversas). Los principales acontecimientos adversos notificados son trastornos hematológicos (anemia, neutropenia), trastornos metabólicos (hiperlactatemia, hiperlipasemia). Estos acontecimientos son a menudo transitorios. Se han notificado algunos trastornos neurológicos de aparición tardía (hipertonía, convulsión, comportamiento anormal). Actualmente no se sabe si los trastornos neurológicos son transitorios o permanentes. Cualquier niño expuesto in utero a análogos de nucleótido o de nucleósido, incluso los niños VIH negativo, deben someterse a un seguimiento clínico y de laboratorio, y en caso de signos o síntomas relevantes debe ser minuciosamente investigada una posible disfunción mitocondrial. Estos hallazgos no afectan a las recomendaciones actuales para utilizar tratamiento antirretroviral en mujeres embarazadas para prevenir la transmisión vertical del VIH. Combinaciones no recomendadas: en pacientes infectados por VIH que fueron tratados con estavudina asociada con hidroxiurea y didanosina, se detectaron casos de pancreatitis (mortal y no mortal) y neuropatía periférica (grave en algunos casos). En pacientes infectados con VIH, tratados con medicamentos antirretrovirales y hidroxiurea, durante el seguimiento post-comercialización de seguridad del medicamento, se han encontrado casos de hepatotoxicidad y fallo hepático que en algunos casos terminó en muerte, las alteraciones hepáticas mortales se detectaron con más frecuencia en los pacientes tratados con estavudina, hidroxiurea y didanosina. Por lo tanto, no se recomienda la administración de hidroxiurea en el tratamiento de la infección por VIH. Intolerancia a la lactosa: la cápsula dura contiene lactosa (120 mg). Los pacientes con problemas hereditarios poco comunes de intolerancia a galactosa, insuficiencia de lactasa de Lapp o malabsorción de glucosa-galactosa no deberían tomar este medicamento.