miércoles, 21 de enero de 2009

DEBEMOS EXIGIR A NUESTRO MINISTERIO DE SANIDAD:

Es elemental que todas las personas que no hemos sido engañadas ni corrompidas informemos y eduquemos a todas las personas que de buena fé han creido esta gran mentira comercial.
Es importante señalar que todo ciudadano debe exigir a las autoridades sanitarias oficiales de su país las pruebas que demuestren que el pretendido "Virus VIH" ha sido aislado, caracterizado y que por lo tanto existe.

Se deben exigir la presentación de 4 fotografías básicas:

1.
Fotografía del virus en el interior de células, lo que es conocido como -virus infectando células-.
2.
Fotografía del virus aislado, no debe observarse ningún otro elemento en la fotografía, sólo debe observarse él o los virus.
3.
Fotografía de las diferentes proteínas de la envoltura del virus separadas según su tamaño.
4.
Fotografía del ácido nucléico del virus.

Como lo ha demostrado el prestigioso virólogo alemán Stefan Lanka, las limitaciones para demostrar la existencia del pretendido virus son totales.
Es importante aclarar que no es en absoluto inteligente creer en algo que se nos presente, (ya sea por autoridades oficiales, médicos, así como por cualquier otra persona, sin importar su cargo político o religioso), sin siquiera molestarnos en investigar si lo presentado es correcto y verdadero.
Es hora de que comencemos a ver con nuestros propios ojos y escuchar con nuestros propios oídos, y dejemos de ver con ojos ajenos y escuchar con oidos de otras personas.

Anónimo Anónimo dijo...

Todo parece indicar que muchos profesionales de la salud no recuerdan lo que ha ocurrido durante los años 1970 – 1977.
Precisamente en el año 1970, los científicos de entonces, alegaban haber descubierto el origen viral del cáncer. Se había descubierto una hasta entonces desconocida actividad enzimática que desmoronaba el dogma central de la biología molecular. Hasta entonces, se afirmaba que el ADN solo podía producir ARN. En cambio, con el nuevo descubrimientose se había logrado comprobar que cuando el ADN se trancscribía en ARN, la actividad subsiguiente transformaba nuevamente el ARN en ADN. Con este nuevo descubrimiento, se alegaba poder localizar virus que hasta el momento nunca habían sido identificados. De este modo los llamados Retrovirus fueron señalados como los responsables de la actividad carcinógena de los cultivos de células con los cuales se estaba experimentando. Esta hipótesis se mantuvo firme durante seis años. Fue entonces en el año 1976 cuando se logró demostrar de que esta actividad descubierta en el año 1970 (se la denominó transcriptasa inversa) era absolutamente normal en las células de todo ser vivo. De este modo, la teoría de la existencia de los llamados Retrovirus quedó totalmente superada. Todo profesional de la salud que recuerde estos hechos, con toda seguridad recordará también a los autores de la fallida teoría. Quizás sería conveniente resaltar la íntima conexión entre esos nombres (David Baltimore- Anthony Fauci) y otros nombres (Luc Montagnier- Robert Gallo). A partir del año 1976 ha quedado acordado unánimemente que la existencia de transcriptasa inversa no es prueba alguna de existencia de virus. Resulta sumamente preocupante la negativa de las autoridades oficiales de la salud del mundo, a la presentación de pruebas fotográficas que puedan demostrar pruebas directas de las proteínas, así como del ADN y ARN del inexistente virus VIH/HIV.

22 de enero de 2009 8:13

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo parece indicar que muchos profesionales de la salud no recuerdan lo que ha ocurrido durante los años 1970 – 1977.
Precisamente en el año 1970, los científicos de entonces, alegaban haber descubierto el origen viral del cáncer. Se había descubierto una hasta entonces desconocida actividad enzimática que desmoronaba el dogma central de la biología molecular. Hasta entonces, se afirmaba que el ADN solo podía producir ARN. En cambio, con el nuevo descubrimientose se había logrado comprobar que cuando el ADN se trancscribía en ARN, la actividad subsiguiente transformaba nuevamente el ARN en ADN. Con este nuevo descubrimiento, se alegaba poder localizar virus que hasta el momento nunca habían sido identificados. De este modo los llamados Retrovirus fueron señalados como los responsables de la actividad carcinógena de los cultivos de células con los cuales se estaba experimentando. Esta hipótesis se mantuvo firme durante seis años. Fue entonces en el año 1976 cuando se logró demostrar de que esta actividad descubierta en el año 1970 (se la denominó transcriptasa inversa) era absolutamente normal en las células de todo ser vivo. De este modo, la teoría de la existencia de los llamados Retrovirus quedó totalmente superada. Todo profesional de la salud que recuerde estos hechos, con toda seguridad recordará también a los autores de la fallida teoría. Quizás sería conveniente resaltar la íntima conexión entre esos nombres (David Baltimore- Anthony Fauci) y otros nombres (Luc Montagnier- Robert Gallo). A partir del año 1976 ha quedado acordado unánimemente que la existencia de transcriptasa inversa no es prueba alguna de existencia de virus. Resulta sumamente preocupante la negativa de las autoridades oficiales de la salud del mundo, a la presentación de pruebas fotográficas que puedan demostrar pruebas directas de las proteínas, así como del ADN y ARN del inexistente virus VIH/HIV.