sábado, 20 de septiembre de 2008

¿A QUIÉN BENEFICIA LA INDUSTRIA DEL SIDA?

Extraído de
http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=13804

Detrás están las grandes corporaciones bancarias, políticos con enormes sumas de dinero invertidas en acciones de los laboratorios farmacéuticos, como es el caso de Donald Rumsfeld, antiguo secretario de Defensa de los EE.UU., accionista de la compañía farmacéutica Gilead*, la creadora de Tamiflu para la gripe aviar. Robert Zoellick, a quién el propio George W. Bush propuso para presidir el Banco Mundial, ha sido un buen amigo de la industria farmacéutica, como se ha publicado. Associated Press difundió que Karl Rove, el asesor más poderoso de Bush, ya dimitido, tenía un cuarto de millón de dólares en acciones de la farmacéutica Johnson & Johnson. Como puso de manifiesto el periodista Miguel Jara, gracias a la Ley de Acceso a la Información de USA, sabemos qué compañías farmacéuticas ofrecen dinero a qué candidato electoral de aquel país cada vez que hay elecciones, y qué cantidad (enormes cantidades). Luego los ganadores devuelven los favores con leyes hechas a la medida de estas corporaciones o con decisiones que las favorecen. Además, el Gobierno de EE.UU. actúa como representante comercial de las farmacéuticas estadounidenses en los foros globalizadores, como en las reuniones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en la que presiona a favor de las leyes internacionales de patentes. Hoy el dinero de los laboratorios farmacéuticos financia las campañas electorales en EE.UU. y supone el 70% de los ingresos de la FDA, la agencia de medicamentos estadounidense, una institución pública.

Y en Europa ocurre algo parecido. Por ejemplo, en un Congreso Médico las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el "comité científico" organizador del congreso. ¿Y quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Si, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto, una dictadura sanitaria que nos afecta a todos, incluso a los propios médicos que no tienen acceso a otra fuente de información que no sea la proporcionada por las industrias del sector.

* Gilead, fabricantes de Tenofovir, antiretroviral polémico por ser propuesto como terapia preventiva de contagio para seronegativos,